El hecho parece sacado de un guion de televisión, pero ocurrió en Buenos Aires y tiene como protagonista nada menos que a la escritora y ensayista Beatriz Sarlo.
A menos de un mes de la muerte de la escritora y pensadora argentina, el portero del edificio en el que vivía en Caballito se presentó ante la Justicia como su presunto heredero, en una situación que ya genera polémica legal y debate público.
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La historia no tardó en despertar comparaciones con un episodio clave de la serie El Encargado, protagonizada por Guillermo Francella en el rol de Eliseo, el portero que hereda un departamento en circunstancias llamativamente similares.

Melanio Alberto Meza López, encargado del edificio donde vivía Sarlo, presentó en el expediente judicial dos documentos supuestamente escritos por la escritora. En ellos, fechados en junio y agosto de 2024, la ensayista le habría dejado en custodia a su gata Niní y —de forma más sorprendente— la “encargaduría” del departamento que habitaba. Meza, que convivió con ella durante años, busca ahora que la Justicia lo reconozca como heredero del inmueble ubicado en el barrio porteño.
Mientras tanto, los tribunales deberán verificar si esas cartas son auténticas, si cumplen requisitos legales y si existe validez jurídica para la transferencia del bien. Lo curioso es que, mientras el caso se abre paso en los juzgados, la historia ya tiene un antecedente en la ficción argentina reciente.
Las coincidencias con “El Encargado”
En la exitosa serie El Encargado, creada por Mariano Cohn y Gastón Duprat, Eliseo (Francella) establece un vínculo cercano con una vecina llamada Beba, interpretada por Pochi Ducasse. En un momento clave de la trama, ella muere y, en su testamento, le deja a Eliseo su departamento.
La decisión genera sorpresa y tensiones entre los vecinos, que sospechan de los métodos y las intenciones del portero. El paralelismo es evidente: en ambos casos, una mujer mayor, sin herederos directos cercanos, lega su vivienda al encargado del edificio, con quien tenía una relación de afecto.
En la serie, la situación es abordada desde el humor negro y el suspenso, mientras que en la vida real se dirime con peritajes caligráficos y expedientes judiciales.

Las redes no tardaron en señalar el parecido y hasta referirse al encargado real como “el Eliseo de Caballito”. Por ahora, la Justicia determinará si Meza López tiene o no derecho sobre el departamento. Pero más allá del resultado legal, el caso ya dejó su huella en el imaginario colectivo, con una historia que parece salida de una ficción