Siendo muy joven, el Mago Emanuel se hizo un lugar en el mundo del espectáculo y logró fama como “el David Copperfield argentino”. El artista, que trabajó en teatros de todo el mundo y participó en los principales programas de televisión del país, sigue dedicándose al ilusionismo con la misma intensidad de siempre.
Quienes le perdieron el rastro al Mago Emanuel, que tiene 56 años, se preguntan cómo está hoy el artista que supo participar en los ciclos de Susana Giménez, Mirtha Legrand, Marcelo Tinelli y Juan Alberto Badía, por ejemplo.
Leé también: Comenzó haciendo magia y se volvió un influencer financiero: el consejo que les da a sus seguidores
Lo cierto es que sigue vinculado con el mundo del ilusionismo, brindando shows y presentando sus espectáculos en diferentes países. Aunque desde hace un tiempo agregó una actividad muy importante para su vida: el coleccionismo.
De hecho, en su Instagram oficial se define como “mago y coleccionista”. Su pasión por los comics es de vieja data, pero en los últimos años empezó a comprar muñecos de las principales estrellas de Marvel y DC. Se define como fanático de Iron Man, de modo que de ese superhéroe es del que más figuras posee.
Para exhibir su impresionante colección, en la que también se destacan distintas figuras y accesorios de los protagonistas de “La guerra de las galaxias”, acondicionó un sector especial de su casa. En ese salón instaló vitrinas y muebles que permiten lucir a sus muñecos y protegerlos de eventuales roces o daños por manipulación.
En cada viaje, el Mago Emanuel no sólo se preocupa por ofrecer un show de magia espectacular, sino que también dedica un día especialmente a buscar esas figuras que le interesan para integrar a su colección. La mayoría de los muñecos provienen de los Estados Unidos, aunque algunos son fabricados en China. En todos los casos, son objetos originales.
Si su colección sigue creciendo, deberá pensar en pasarla a una sala de mayor tamaño. Todo hace pensar que será así, porque no se trata de un fanatismo pasajero sino de un gusto que tiene desde la adolescencia. Otra historia que lo atrapa y de la que también tiene figuras es la famosa “Harry Potter”, de la que se considera fanático.
La historia del Mago Emanuel y un camino que empezó a los 14 años
Al mismo tiempo, sigue adelante con su carrera de mago, que inició tempranamente. A los 14 años, mientras miraba el show de “Las manos mágicas”, que se pasaba en micros de televisión todos los mediodías allá por la década del 70, descubrió que esa era su gran vocación. Poco después empezó a estudiar en la escuela de Fu Manchú y enseguida empezó a presentarse en fiestas infantiles.
Con el tiempo llegaron las oportunidades de mostrar su talento en televisión, y fue Juan Alberto Badía el animador que le ofreció las primeras oportunidades de lucimiento. “Me dio un espacio en el prime time de la televisión y total libertad para hacer lo que quisiera”, confiesa Emanuel.
Su explosión de fama se produjo en los 90, cuando empezó a conocérselo como “el David Copperfield argentino”. Sin embargo, él pone distancia, porque dice que su estilo es muy diferente al del ilusionista norteamericano. “Lo admiro porque tiene un talento impresionante, pero me identifico más con magos como Lance Burton o Xabier Mortimer”, asegura.
Leé también: Acusaron a David Copperfield de usar trucos de magia para manosear chicas
En cuanto a los trucos que realiza dice que la mayoría son ideas suyas, que parten de inspiraciones como las de los escritores o músicos. En muchos casos es prueba y error, hasta que la ilusión queda definida y lista para subir al escenario.
Nacido en Buenos Aires el 24 de julio de 1968, Emanuel es hijo de famosos artistas argentinos. Su padre, Carlos Gandolfo, fue un maestro de actores de dilatada trayectoria, mientras que su mamá es la premiada actriz Dora Baret.
