Damián De Santo es una de las grandes figuras artísticas de la Argentina que puede regocijarse al repasar su carrera de 37 años como actor. Lo vimos desarrollar distintos roles en el cine, en la televisión y el teatro con una variedad única de personajes en su haber. El bonaerense también sorprendió en su faceta como conductor en La Peña de Morfi, cuando el formato arrancó en 2015 bajo el nombre Morfi, todos a la mesa.
Luego de tomar distancia del teatro durante dos décadas, Damián volvió a las tablas en 2023 con la obra Me gusta. Si bien las críticas de la comedia fueron excelentes, el mayor premio para el artista fue el gran recibimiento que obtuvo de un público que ansiaba su regreso, como buen hijo pródigo.
Sin embargo, esto no sucedió con la pequeña y gran pantalla, donde el actor siempre estuvo presente. En el último año, brilló como uno de los participantes más queridos de la edición Bake Off Famosos y estelarizó gratos momentos para alegrar el corazón entre risas, errores de ejecución de platos, algunos bloopers y un gran regreso por repechaje.
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Pero también se sabe que desde hace varios años, Damián encontró una nueva motivación lejos de las luces y el ajetreo de la Ciudad de la Furia. La localidad de Villa Giardino en Córdoba lo inspiró a dar un giro a su vida, y apostó por levantar un proyecto turístico con su esposa, la bailarina de tango, Vanina Bilous.
Hoy en día, De Santo y su pareja son dueños de Umbral del Sol, un confortable complejo de cabañas que por cierto, atienden personalmente. Por supuesto, no es solo la desconexión, el confort y el contacto con la naturaleza de lo que más destaca entre los visitantes, sino también toda la simpatía y buen humor que caracteriza al comediante y su mujer con quien protagoniza divertidos videos para promocionar.
Desde este ángulo, el laureado artista encontró la clave del equilibrio que hoy le permite vivir lo mejor de los dos mundos: una vida familiar soñada junto a su pareja y sus dos hijos, Joaquín y Camilo, de la mano con una carrera actoral que sigue en auge, con nuevos proyectos en el futuro cercano.
La vida de Damián De Santo, entre la paz y la tranquilidad de Villa Giardino y una carrera exitosa
-Hablando de tu vida fuera de cámaras, si tuvieras que escoger entre la tranquilidad de tu vida en Córdoba y tu carrera actoral ¿con cuál te quedarías?
-Escogería Córdoba, por la vida que tengo allá. Porque ya tengo 37 años de dedicarme a esto. Si yo no hubiese tenido este tiempo, tal vez elegiría la profesión. La disfruté, la padecí, pasé por todos los estados de esta carrera y hoy puedo decir: “Hoy quiero estar completamente conmigo mismo en un lugar donde no tengo percances, que no estoy apurado para nada”.
-Pero podrías seguir con tu carrera exitosa unos 37 años más si quisieras, ¿no?
-Creo que hay una edad para todo. La juventud es algo que te presta el tiempo, pero después la vida te la arrebata de las manos. Te la da con cariño, pero después despertás un día y te duele todo, la vista, la cintura, las venitas rotas en las piernas, la celulitis en el c..., así comienza. Es hermoso cuando aparece, porque es la experiencia y uno va a mirar, a hablar, va a amar de otra manera.

-¿Cuáles son las pequeñas cosas de la vida que hoy aprecias más entre la tranquilidad de tu vida familiar y las decisiones que tomas en cuanto a tu carrera?
-El vino lo vas a valorar, el asado con amigos lo vas a valorar de otra manera. Hay un montón de cosas que vas a decir “Llegaron hasta acá conmigo, se van conmigo”
Damián De Santo y su rol protagónico en “El Beso de Judas”
Damián de Santo participa en la ópera prima del director Martín Murphy, El Beso de Judas en el rol de protagonista, con un personaje lleno de luces y especialmente sombras. A propósito de este estreno, que tendrá lugar el próximo 27 de marzo, este medio conversó con el actor para abordar su experiencia en este thriller psicológico, que sin duda sorprenderá al público.
-Este 2025 formas parte de este proyecto de cine, El Beso de Judas. ¿Qué va a ver el público en las salas de cine?
-Este es un judicial oscuro que tiene un excelente guión, pero aparte los escenarios donde hemos filmado son maravillosos y las actuaciones son una delicia. Es una historia que no te podés perder ni un segundo, hay que estar muy atentos al rulo que se pueda presentar con cada uno de los personajes. Es una gran producción de Martín Murphy, él con sus ahorros hizo esta película que soñaba, con los actores que eligió.
-En El Beso de Judas, tu personaje es uno de los mas sorprendentes en la trama. ¿Cómo te preparaste para desarrollarlo desde tu lugar como esposo y padre de familia?
-Yo creo que siendo padre real, con dos hijos, me pasa que haría cualquier cosa por ellos. Es el amor más incondicional que existe, me toca desde lo que vivo como padre, pero ser actor me permite girar el barco hacia donde quiero y poder meterme en la piel de estos personajes tan complicados.

-¿Desde la visión de Damián de Santo, ¿la venganza como forma de justicia es justificable?
-Es probable, yo creo que hay personas que en una situación de estas, no lo piensa dos veces. El que actúa de esta manera, cree que está haciendo bien las cosas para justificar lo injustificable. En una situación muy límite, si alguien entra a mi casa y pone en riesgo a mi familia, yo no lo voy a dudar y actúo.
-¿Hubo alguna escena que te resultó desafiante o siquiera curiosa dentro de esta historia?
-Esta película está casi toda rodada casi enteramente en exteriores, lo que hizo que tuviéramos mucha exposición con la gente en la calle. Hubo escenas de tiroteo, de violencia ficticia obviamente. Estaba la policía avisada, pero ni los transeúntes ni los vecinos estaban avisados. Lo que se ve es la acción en tiempo real y reacciones en tiempo real del entorno.

-¿Cuál es tu visión sobre el esfuerzo de los artistas por seguir llevando el arte al público, a pesar de las complicaciones que atraviesa el rubro?
-Yo siento que cualquier expresión artística que genere una caricia a la sociedad permite que podamos seguir viviendo en el caos, es un escape en un año frío, con estos momentos económicos, tensiones y demás. Es un escape primero, para nosotros, los actores y las actrices, y luego el espectador.
El Estado tiene que estar presente en apoyar no solo a los exitosos en esto, sino a los que vienen detrás, porque alguna vez los exitosos estuvieron igual que los que empiezan hoy. Hay jóvenes que quieren empezar a contar cosas nuevas y demostrar al mundo que la Argentina sigue siendo muy buena en contar historias desde el corazón.
-Aparte de El Beso de Judas, ¿tenés otros proyectos para este año que nos puedas adelantar?
-Voy a salir de gira por todo el país este año con una obra de teatro que vamos a estrenar el 16 de abril, la protagonizamos Martín Seefeld y yo. Se llama Una clase especial, la dirige Manuel González Gil y el autor es Daniel Dátola.
Es una obra cuyo tema es sobre separarse a los 50 y este personaje toma una clase con un maestro de la seducción total, para que le “enseñe” a reinsertarse en el mundo de las citas: cómo vestirse, cómo hablar con las palabras que se utilizan hoy, cómo encarar a las mujeres entre un rango de 30 y 50 años, todo eso para empezar de nuevo, volver a soñar y enamorarse. Es una comedia muy buena con un giro al final.

-¿Querés invitar a los lectores de TN a ver El Beso de Judas este próximo 27 de marzo en las salas de cine?
-El 27 de marzo se estrena El Beso de Judas, con un excelente elenco, que no lo digo yo, lo van a ver en pantalla. La gente va a ver a Alfredo Casero, a Freddy Villarreal, a Campi, que vienen del humor y están haciendo un thriller psicológico. No se la pierdan, los va a mantener en vilo, no se van a poder sentar tranquilos. Les puedo asegurar con esta película se van a poner muy exigentes con el cine argentino. Martín Murphy ha logrado algo que es una bisagra en el cine.