Era la etapa final de la relación de sus padres, Silvio Soldán y Silvia Süller, cuando él nació, en 1991. Su vida fue mediática desde el primer día aunque con el correr de los años solo quedaron las peleas de sus papás y los conflictos que cada uno por su lado fue teniendo, mientras que Christian Silvio fue desarrollando un día a día de bajo perfil.
Y con el paso de los años, la vida del hijo de Silvio Soldán y Silvia Süller terminó completamente alejada de las luces de los medios, de la farándula y, en especial, de la TV, donde sus padres se hicieron famosos.
Hoy, próximo a cumplir 34 años, Christian Silvio es un empresario que eligió alejarse de la vida mediática y dedicarse a emprendimientos que lo hicieron proyectarse a un mundo completamente distinto al que pudo suponerse que transitaría a comienzos de la década del 90, cuando nació.
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Con un Máster en la carrera de administración de empresas y varios posgrados realizados, el joven empresario se dedica fuerte a la gastronomía y a la hotelería, un rubro que lo posicionó en un lugar de reconocimiento y éxito, llegando a tener a cargo un total de 130 empleados entre todas las unidades de negocios que maneja.
La nueva vida del hijo de Silvio Soldán y Silvia Süller: el amor y la sociedad con su novia
Sus primeros trabajos fueron en relación de dependencia, en empresas -algunas- multinacionales, en las que se desarrolló como auditor financiero y también analista de cuentas. Sin embargo, su techo en esos lugares era demasiado bajo y sintió la necesidad de crecer. Y la forma de lograrlo era con una jugada personal.
Entonces se asoció con un amigo, con el que abrió un hostel, en el barrio porteño de Palermo, en lo que fue su debut como empresario emprendedor. Fue mucho esfuerzo y desgaste, pero también mucha enseñanza que metafóricamente le abrió la cabeza y literalmente le abrió caminos, porque empezó a contactarse con toda una actividad que terminaría siendo su éxito.
Ese local hotelero llamado “70 30 Hostel” fue el puntapié para otra idea que también resultó exitosa: “70 30 Bar”. Fue primero una sucursal, a pocas cuadras del hostel. Y enseguida abrió otras, siempre en la Ciudad de Buenos Aires (primero en Núñez y luego en Recoleta).
Después, llegó el momento de seguir diversificando y llegó la hora de un local de comidas: un restaurante de pastas llamado “Piedra Pasillo al Fondo”, también en Núñez, más cerca de la cancha de River que de la de su amado Boca Juniors, club del que es fanático y comparte esa pasión con su papá, Silvio, que en marzo cumplirá 90 años.
El restó “Piedra Pasillo al Fondo” funciona en una vieja casona y ya fue incluido nada menos que en la Guía Michelin, una suerte de “Biblia” de la gastronomía”. Sin correrse del rubro, sumó una nueva socia, en este caso doblemente socia, ya que se trata de su novia, Denise.
Con ella, recibida de chef en el Instituto Gastronómico Argentino, además de tener una relación de pareja de casi una década, arrancó un emprendimiento en 2023: una cafetería artesanal, con productor de elaboración propia, en este caso en el barrio de Belgrano. Hoy, además de atención al público, este local que llamaron “Deniks Bakery” también ofrece servicios de catering para fiestas.
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Cuando trabaja simplemente es Christian, aunque para los ojos de la fama sigue siendo el hijo de Silvio Soldán, con quien comparte -además de la mencionada simpatía por Boca- el mismo edificio (viven en pisos diferentes) y una cálida relación padre-hijo a través de la cual están muy vinculados y se ven a menudo.
Con su madre, Silvia, la situación es diferente. Según él mismo confesó en una entrevista reciente, no tiene relación con ella desde hace varios años. Y sintetizó y cerró el tema en una frase: “Pasaron muchas cosas. Prefiero no decir más para no generar polémica”.
