Tamara Báez cumplió el sueño de la casa propia y lo mostró a través de las redes sociales. La ex de L-Gante compartió cuáles fueron los arreglos que le hizo a la propiedad y expresó su emoción por el gran logro, aunque reveló los motivos por los que aún no se pudo mudar.
“Qué hermosa está quedando mi casa”, escribió en las últimas horas. En la historia que subió a su Instagram se podía ver el piso de la parte exterior de la propiedad. “Todavía no nos mudamos porque le queríamos hacer cositas”, explicó.
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En otros de los posteos que publicó la expareja del cantante de cumbia 420, se mostró junto a su novio, Thiago Martínez. “Unos tragos y a pintar”, dijo la joven de 24 años para dar cuenta de la ayuda que recibe de su pareja. Incluso, les preguntó a sus seguidores si podían recomendarle a una persona que haga muebles a medida.
Tal como dejó ver en sus redes, inauguró su casa rodeada de sus familiares, con quienes festejó comiendo pizzas y brindando con champagne. “Ya tenemos nuestro propio hogar. Feliz de lograr todo lo que me propuse este año. Terminarlo así es todo lo que soñaba”, expresó Tamara luego de firmar la escritura de la casa.
La reflexión de Tamara Báez por su casa propia
Días atrás, la influencer había compartido un durísimo descargo en contra de L-Gante. No solo expuso la plata que el cantante le da por Jamaica, su hija en común, sino que también se mostró dolida por la poca ayuda que recibía de su ex.
“Hoy en día le correspondía pagar el alquiler de este año, pero ya no quiero alquilar más. Me cansé de mudarme de un lado al otro”, había contado Tamara. “Hace unos meses me puse en campaña, buscando casa, departamento o lo que me alcance con mis ahorros. En las redes se gana superbién”, había asegurado la joven.
Luego, se había referido a la reacción que tuvo L-Gante cuando le contó esta situación. “Él quería darme un poco de plata de lo que le corresponde dar por año, pero que ponga la casa a nombre mía y de él. Quería que firme un papel donde diga que la propiedad es de los dos. Y obvio que no. No pienso aceptar eso ni loca. La casa es mía y de mi hija”, expresó.
“Lo único que él hizo fue ofrecerme una casa para vivir por dos semanas, estos días que estuvimos de acá para allá porque el 23 de noviembre se terminó el contrato de donde vivíamos. Seguimos esperando hasta que se pueda firmar la escritura de la casa”, había dicho Tamara antes de convertirse formalmente en propietaria.