Este lunes, Wanda Nara celebró su cumpleaños 38 a lo grande, rodeada de su familia, amigos y cercanos en Santa Bárbara. El festejo atrajo la atención de la prensa, que aguardaba en las inmediaciones de esta lujosa residencia para entrevistar a la homenajeada y los famosos que asistieron al festejo.
Ángel de Brito no fue la excepción y envió a un notero de LAM (América) para abordar a la empresaria, quien llegó en una lujosa camioneta junto a sus hijos. Lo que nadie esperaba, es que hacia el final del incómodo intercambio entre ambos, una de sus hijas gritara desde la parte trasera del vehículo: “¡Dejen de hablar mal de mi mamá!”.
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Fue Marcela Feudale quien llegó a escuchar el pedido de la nena y, totalmente sorprendida, mencionó este particular al conductor y al resto de sus compañeros, que claramente, no habían reparado en este detalle.
Aunque generó cierta reacción en Pepe Ochoa, el presentador decidió no ahondar demasiado, así que con su particular humor, Ángel pidió: “No nos vamos a pelear con las niñas. Tengamos un límite”. Luego, cuestionó: “¿Las nenas por qué no están estudiando en vez de mirar LAM?”.
Con shows de Karina La Princesita y L-Gante: así fue el increíble cumpleaños de Wanda Nara
Wanda Nara festejó su cumpleaños número 38 en grande y rodeada de lujos, este martes, mientras enfrenta el ojo mediático por su conflicto judicial con Mauro Icardi.
La mediática organizó un evento espectacular en su mansión ubicada en el exclusivo barrio privado Santa Bárbara, con shows en vivo, decoración de alto impacto y una larga lista de invitados famosos.
En las historias de Instagram de los asistentes, se pudieron ver los momentos más destacados del festejo. Karina La Princesita y L-Gante, pareja confirmada hace poco, fueron los encargados de abrir la noche con sus presentaciones musicales, animando a los presentes con sus hits.
Además, el evento contó con la participación de cuatro DJs que se rotaban continuamente, asegurando una pista de baile siempre activa y musicalizada.
El ambiente estuvo decorado con globos rosas y negros, mucho brillo y disfraces que hicieron del lugar un escenario digno de revista. Uno de los elementos más llamativos fue un oso polar gigante que posó como parte del show visual, robándose el protagonismo en las fotos de los invitados.