Juana Repetto compartió con sus seguidores una situación que vivió en una clínica. Según explicó, tenía turno con el dermatólogo pero la atención en el lugar no fue como ella esperaba.
La influencer publicó en sus historias de Instagram un chat de WhatsApp con su esposo, Sebastián Graviotto. Allí se podía leer su queja por que estaba rodeada de nenes “apestadísimos” y remató: “Encima Beli se cag... encima”.
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“Esperando un mes el turno con un dermatólogo y te mandan a la sala de espera de toda la guardia de pediatría”, escribió Juana indignada en el mensaje que le envió a su pareja. “No da”, fue la respuesta que él le dio en ese momento.
Según detalló, su consulta con el especialista era a las 16:50 y la hora de su conversación con Sebastián mostraba que eran las 17:06. “Tiene cinco personas antes, creo que me voy a ir, más de dos horas”, se quejó también Repetto ya que creía que estaría en el lugar por mucho más tiempo.
Pero eso no fue todo, Juana relató la situación que vivió con su hijo menor. “Beli se cagó encima. Tachame la doble”, fueron las palabras de la actriz en medio de esa situación desesperante para ella. “¡Un turno con un dermatólogo en la guardia llena de pequeños apestadísimos! ¿Da? Se supone que son consultorios externos”, cuestionó.
Antes de mostrar la conversación con su esposo, la influencer saludó a sus seguidores. “Buen día, ¿están listos para una quejita?”, escribió en una de sus historias donde se mostró usando un barbijo.
Juana Repetto lloró al contar que se quedó sin empleada doméstica
Hace pocos días la influnecer contó en sus redes sociales que su hijo Belisario todavía no deja el pañal y que la empleada doméstica que la ayudaba con los quehaceres dejó de trabajar en su casa. “Estoy harta de limpiar pantalones cagados”, admitió entre lágrimas.
“Les juro que estoy agotada. Me está pasando de todo... Grace, que es la señora que trabajaba en casa nos abandonó directamente, nunca más volvió. Mi casa es un quilombo. Mi vida es un quilombo”, comenzó diciendo en un video mirando a cámara.
A corazón abierto, explicó: “Estoy agotada de lavar pantalones cagados. Estoy agotada de darle teta toda la noche. Se ve que todo esto del control de esfínteres le está moviendo algo, entonces está necesitando más apego, más teta y yo cada vez estoy con menos resto y más cansada”.
Respecto al proceso de su hijo, señaló: “Yo le pongo la mejor porque quiero acompañarlo de la mejor manera, pero esta vez se me complicó un montón. Se me complicó a mí, no a él. Él va a tener su tiempo y ya lo va a hacer y no me preocupa cuánto tarde a querer y decidir hacer caca en el baño”. “Me preocupa por mí porque no doy hay más. Estoy totalmente colapsada”, lanzó entre lágrimas.