María José Favarón, la esposa de Aníbal Lotocki, revolucionó Instagram al mostrar cómo era su verdadero rostro antes de que el cirujano la operara y le cambiara la vida, ya que no estaba para nada a gusto con su cara “original”. Él le practicó varias intervenciones que la transformaron en otra persona y las pruebas dejaron a todos sin palabras.
La mujer apostó a un minilifting de pómulos y papada con tensores elásticos y un relleno de ojos porque “los tenía hundidos”. “Recuperación excelente. Ya estoy trabajando y haciendo vida relativamente normal. Actitud, muchísimas ganas. Y para todas las que me preguntan, las lolas y el cuerpo -entre otras cosas- me lo hizo Aníbal”, aclaró hace algunos meses en las redes.
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“Él me ayudó a ser la mejor versión de mí”, reconoció recientemente junto a las postales de su drástico cambio y un meme que le hicieron sus amigos, burlándose de cómo era antes de pasar por el bisturí del cirujano que actualmente se encuentra detenido en Ezeiza. Tiempo atrás también respondió a las críticas por haberse inyectado metacrilato, como Silvina Luna. Le dijeron que “tenía cemento en la cola” y fue letal. “¿Te preocupa la vida ajena? Tomate un reliverán si tenés nauseas”, disparó filosa.
Se complica la situación de Aníbal Lotocki: una médica rompió el silencio y lo hundió
Aníbal Lotocki está cada día más complicado. Luego de que le negaran el pedido de excarcelación, una médica decidió romper el pacto de silencio y lo hundió con sus declaraciones. Se trata de Silvina Fernández, quien atendió a Cristian Zárate, una de las víctimas fatales del famoso cirujano, en sus últimas horas de vida en la clínica Cemeco de Caballito.
En diálogo con LAM (América), la mujer disparó: “Pienso que es un psicópata y un asesino, la verdad. Y que hay un vacío legal que hay que estudiarlo muy bien. Porque cualquier médico no se puede poner a hacer ese tipo de cirugías sin estar preparado. Imaginate que nosotros para formarnos como médicos cirujanos, nos cuesta como 11 años”.
Acto seguido, Fernández señaló que la única vez que vio personalmente a Lotocki fue el día de la cirugía que le terminó costando la vida a Zárate, quien recurrió al especialista para una reducción del tejido graso: “Tengo mensajes, empiezo a llamar, después por la televisión, empiezo a ver quién es Lotocki, lo que hacía. Me empiezo un poco a obsesionar, a seguirlo en las redes, a googlearlo. Yo a Cristian lo cuidé en el postoperatorio, era un paciente que le habían hecho múltiples cirugías en una clínica que no estaba habilitada para eso. Pasó una noche estable, pero sufrió una descompensación brusca el día jueves”.
