Sin dudas, Esperando la carroza es una de las películas nacionales que refleja perfectamente la idiosincrasia de los rioplatenses. No importa cuántos años pasen, el texto de Jacobo Langsner sigue vigente porque sus temas atraviesan a cualquiera. Como un rayo que te deja estaqueado en la mitad del patio, este clásico nos saca de eje y nos interpela como sociedad.
Lejos del drama, los conflictos familiares, el abandono de los mayores y las diferencias entre clases sociales son retratados a través del humor más puro. Es una obra que hace reír y también emociona mostrándonos lo mejor y lo peor de nosotros. Nos reímos de nuestras contradicciones y un poco también de nuestras desgracias.
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Ahora, Esperando la carroza llegó al teatro Broadway con dirección de Ciro Zorzoli y protagonizada por Campi, Paola Barrientos, Pablo Rago, Ana Katz, Sebastián Presta, Valeria Lois y Mariano Torre. Con un despliegue alucinante, la obra teatral, que fue estrenada en Montevideo el 12 de octubre de 1962 por la Comedia Uruguaya, y presentada en 1975 en Buenos Aires con la dirección de Villanueva Cosse, volvió para demostrar que sigue brillando década tras década sin pasar de moda.
En diálogo con TN Show, Campi no ocultó su alegría por este desafío en el que demuestra su capacidad para adaptarse a personajes de lo más diversos. Sobre la apuesta a la obra teatral de una producción que fue tan exitosa en el cine, el encargado de darle vida a Mamá Cora comentó: “Es un riesgo la verdad, porque los actores de la película nos dejaron la vara muy alta, son increíbles y la gente adora esta obra”.
“Fue una responsabilidad muy grande, pero estamos felices. De alguna manera es una fiesta porque el público se engancha con los textos y los dice”, comentó Presta, quien interpreta a Jorge Musicardi. Por su parte, Pablo Rago, que hace de Sergio, destacó la calidad actoral de la propuesta: “Estoy muy contento de poder trabajar con este elenco, porque son muy buenos todos y se disfruta mucho arriba del escenario”.
Por qué ver “Esperando la carroza” en el teatro
Sin duda, los más de tres meses de ensayo dieron sus frutos. Alejándose de las inevitables comparaciones con el film, Mariano Torre opinó: “Lo más interesante es que armamos algo para compartir con el público, no desde el lugar de la comparación, porque son medios muy distintos, sino desde el lugar de disfrutar de un ícono nacional que nos gusta a todos”. Paola Barrientos, quien despliega todo su talento como Elvira, coincidió con lo representativo que es este texto en nuestra identidad.
“Es algo profundamente identitario porque echó raíz. No hay argentino que no repita por lo menos dos frases de la película. Es una comedia que está escrita de una manera impecable, no falla. Hay algo de reconocernos en lo que nos gusta de eso, en lo que no nos gusta y en la capacidad que tenemos de reírnos, incluso de las cosas que no nos gustan. Eso somos nosotros”, explicó la actriz.
En la misma línea, Valeria Lois se refirió al hecho de que sea una obra no pasa de moda: “Desde el comienzo lo que nos impresionó fue que, más allá de la película, el texto que estamos haciendo es de una obra escrita en el 60. Es una maravilla lo que hizo Jacobo porque tuvo la capacidad para desplegar una forma de ser nuestra, de la familia rioplatense, de lo que pasa con los viejos, que sigue funcionando hoy. Nos seguimos identificando con esos textos escritos en aquel momento. Es muy actual”.
“Es un buen momento para volver a mirarnos en este texto, para pensar en cómo somos en cómo nos cuidamos y cómo cuidamos a los mayores en un tono de comedia, que es lo que hace posible acercarse a tremenda cosa. Es más que pertinente”, concluyó Ana Katz.
Con un escenografía magnífica que va cambiando conforme avanza la obra, el gran talento actoral de sus protagonistas, un vestuario y maquillaje de otro nivel, y un texto que roba carcajadas y que también emociona, Esperando la carroza continúa demostrando su vigencia y nos recuerda que siempre es un buen momento para reírnos de lo que somos, con sus mejores virtudes y sus peores defectos.