Christian Sancho y su novia Celeste Muriega cuentan los días para celebrar su esperada boda, que tendrá lugar el próximo 7 de diciembre. Será un evento muy especial que reunirá a su círculo más íntimo y algunas personalidades del mundo del espectáculo, pero también marcará una importante ausencia: el modelo confirmó que su hija Camille no asistirá a la ceremonia.
La razón para ello, es que, de acuerdo a lo que contó Sancho, la joven, fruto de su relación con su expareja Valeria Britos, permanecerá en España por estudios y no podrá volver a Buenos Aires. Al parecer, la fecha escogida por los novios para casarse coincide con la época de exámenes y ella se está preparando para rendir.
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En su paso por el ciclo de Socios del Espectáculo (eltrece) el también actor descartó que el faltazo de Cami responda a algún tipo de alejamiento. “Estudia Ingeniería Química. Le está yendo muy bien y entendí que si ella tiene un objetivo no tenía que ser tan egoísta de pretender que venga a la boda”, explicó y luego sumó. “De hecho, ofrecí mandarle el pasaje y todo. Ella tiene un sueño que es recibirse en poco tiempo y entendí eso”.
Por otra parte, el mediático sí confirmó la presencia de su hijo menor en la ceremonia, quien junto a su familia será parte de la celebración que lo unirá en matrimonio con Muriega.
Christian Sancho y Celeste Muriega contaron cuántas veces hacen el amor y dejaron en shock a sus fans
Christian Sancho y Celeste Muriega son una de las parejas más hot de la farándula argentina. Derrochan sensualidad todo el tiempo y parece que a puertas cerradas los desborda la pasión. Así quedó comprobado en la última visita que hicieron a Socios del espectáculo (eltrece), donde dieron indicios de cuántas veces a la semana hacen el amor.
“¿Siguen muy calientes ustedes con el paso del tiempo? ¿Es diario, dos veces por semana, tres, cuatro…?”, quiso saber Rodrigo Lussich, y el actor y modelo fue sincero con su respuesta. “Ayer nos pasó eso, ayer fuimos al cumpleaños de Gabo Usandivaras cuando terminó la función de ‘Sex’…”, deslizó, dando a entender que tuvieron una noche muy acalorada.
Muriega, por su parte, reconoció que a veces el cansancio es un gran obstáculo, aunque intentan que los perjudique lo menos posible. “La pasión no baja porque las ganas están, pero el casamiento produce mucho estrés. Entonces llega el momento de acostarse y uno de los dos está dormido”, sostuvo, y cerró asegurando que sus cuerpos “merecen ser frotados”.
