Uno de los personajes de Buenos Chicos con el que más se enganchó el público es Giovani, un pibe que se siente discriminado del grupo por su origen muy humilde, distinto al del resto. Detrás del protagonista de la serie de eltrece se esconde un actor y artista urbano que va ganando un lugar cada vez más preponderante: Lautaro Rodríguez.
El marginado de Buenos Chicos, que supo ser telonero de Bizarrap, tiene 26 años, se ganó la vida haciendo tatuajes y se hizo conocido por su personaje de Estalone en El Marginal, la serie que retrató la vida en la cárcel como ninguna. Al mismo tiempo, es una revelación del trap y cada vez tiene más seguidores.
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“Siempre estuve ligado al arte. Empecé trabajando como tatuador para un estudio y después puse mi negocio propio. Juntaba plata dos o tres meses y me metía a grabar. Fui muy cabeza dura con la música”, dice Lautaro.
La primera guitarra de Lautaro Rodríguez
En 2013, cuando tenía 16 años, se compró una guitarra usada por 250 pesos. “No servía ni para hacer un asado”, bromea. Su primera banda la tuvo con sus compañeros de escuela, y hacían heavy metal. “Para que nos dejaran cantar en los actos primero teníamos que tocar el himno”, recuerda.
Durante la primera edición del Buenos Aires Trap, en febrero de 2019, le prometió a su hermano que al año siguiente estarían en ese escenario. Nueve meses después el sueño se hizo realidad: hizo su presentación ante una multitud en el Hipódromo de Palermo. “Era el segundo show de mi vida, no lo podía creer”, rememora.
Fue su single Mi Preferida el que le funcionó como trampolín a la escena urbana y hoy le permite experimentar con el trap, la cumbia, el reggeatón, el dembow y hasta el R&B.
Su actual personaje en Buenos Chicos tiene muchos puntos en común con Estalone, el preso que interpretó en El Marginal. Y también con él mismo, según reconoce. “Es pillo, quilombero, pero bueno, como yo”.
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Lautaro encuentra muchas similitudes entre el joven que es marginado por el resto de los personajes de la tira y él: “Hay muchas cosas parecidas. Frases, el hecho de actuar por impulso, sin pensarlo tanto. Y el buen corazón que ambos tenemos y que finalmente es el que se impone”. Giovani es el pibe al que la policía siempre lleva por “portación de cara”.
En el ámbito musical eligió identificarse como Lautaro LR o AKA, para diferenciarse de un homónimo de Las Flores, que es cantante de otro estilo. “Googleás mi nombre y apellido y te aparece él, que hace otra cosa y tiene como 40 años”, dice con una sonrisa.
Su debut en los escenarios se produjo en Comodoro Rivadavia, donde fue telonero de Nicki Nicole y Bizarrap. “Les hice la apertura y estuvo bueno. Me sirvió como preparación para el Buenos Aires Trap, que se venía encima y me agarraba sin ninguna experiencia sobre el escenario”, asegura este joven, que también ama el fútbol y es fanático de Independiente.
Su despegue actoral y musical le impidieron seguir con el estudio. “Estaba haciendo Diseño Multimedia en la Escuela Da Vinci, pero dejé cuando empecé a trabajar de actor. Ya había tenido 8 semanas de rodaje en Acusada, que me atrasaron un montón, y se venía Simona, así que no podía hacer todo y tuve que elegir”.
El debut como actor lo tuvo en el cine, interpretando a Caíto en la película Mi mejor amigo, de Martín Deus, quien le pidió que se presentara en el casting cuando lo descubrió en fotos de una red social. Sostiene que se siente tanto músico como actor, aunque el trap prevalece. “No podés actuar en tu casa, en cambio yo me junto con un par de amigos y grabo. Tengo música constantemente en la cabeza”, dice convencido.
