En septiembre de 2021 se conoció una noticia de enorme impacto en el mundo del espectáculo y también en el ambiente deportivo. El ex futbolista y director técnico Fernando Gago, entonces casado con la ex tenista Gisela Dulko, vivía un romance clandestino con la mejor amiga de su esposa, Verónica Lafitte.
Para darle aun mayor morbo al escándalo por la infidelidad del ex jugador de Boca Juniors y la Selección argentina, se supo que la deportista sorprendió a Gago in fraganti con su amante en la propia casa de la pareja, en el barrio Los Castores, de Nordelta, donde vivían con sus tres hijos: Antonella, Mateo y Danielle.
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El amor entre Fernando y Verónica, que va camino al altar, nació hace casi dos años. Ellos integraban el grupo de WhatsApp de padres del colegio, dado que en aquellos tiempos sus hijos iban a la misma escuela; una vez que estalló el escándalo y llegó la separación, Gisela Dulko cambió a los suyos a un colegio de San Isidro.
Así nació el romance entre Fernando Gago y Verónica Laffitte
Primero se hicieron amigas Verónica y la tenista, y a raíz de ello empezaron a frecuentarse con los esposos de ambas. Al parecer, el flechazo entre Gago y Laffitte fue instantáneo y no tardaron en convertirse en amantes.
Gisela la ayudó mucho a Verónica en un emprendimiento personal. Cuando Laffitte abrió una escuela de danza –ella es profesora-, la ex tenista lo difundió a través de sus redes sociales e incluso hizo presencias en el lugar aprovechando su fama como deportista exitosa: fue la número uno del mundo en dobles en el ranking de la WTA y ganó cuatro títulos como singlista
Laffitte estaba casada con un prestigioso odontólogo de zona norte, quien a raíz del escándalo cayó en un pozo depresivo y tuvo que recurrir a terapia para afrontar el mal momento y la separación.
Después de que Gisela sorprendiera a la pareja en su propia casa y se generara un escándalo, Gago y Laffitte tomaron la decisión de separarse de sus respectivas parejas y blanquear el noviazgo. Ocurrió casi en paralelo con la salida del entrenador de Aldosivi de Mar del Plata, el primer equipo que dirigió en la nueva faceta de su trayectoria dentro del fútbol.
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La relación se siguió afianzando y ahora ya tienen todo listo para dar el siguiente paso: contraer matrimonio. Los novios publicaron en redes sociales la noticia y les propusieron a sus amigos hacer sus regalos para la boda en una casa muy famosa.
Curiosamente, ese mensaje estuvo acompañado de un video con la canción de Carlos Rivera llamada “Que lo nuestro se quede nuestro” y que parece apuntar directamente a Gisela.
La estrofa que acompaña el clip dice lo siguiente: “Sólo tú y yo conocemos la historia. Porque tú y yo la escribimos. Y no permitas que nadie te venga a decir otra cosa. Porque aún existe la gente que odia a quien toca la gloria”.
En el colegio Northfield, al que iban juntos los hijos de ambos matrimonios, Verónica Laffitte habría protagonizado un incidente con otras madres. Según se dijo, en la puerta de la escuela una mujer la increpó por cómo iba vestida a buscar a sus chicos. “No hace falta que te vistas tan provocativa”, le habrían dicho.
Gago y Dulko se conocieron en 2009 y dos años más tarde se casaron. En ese momento, Fernando jugaba en Real Madrid e integraba la Selección argentina. Gisella era una figura del tenis mundial y había llegado a ser número uno del mundo en dobles.
Actualmente, el ex crack de Boca (de 37 años) es director técnico de Racing, equipo con el que ganó dos torneos: el Trofeo de Campeones y la Supercopa Internacional, en ambos casos ganándole la final precisamente al Xeneize.
Dulko (nacida el 30 de enero de 1985) se retiró del tenis para ser madre y recientemente participó en el Grand Slam de Roland Garros en un torneo de leyendas, jugando en dobles mixtos junto al ucraniano Andrei Medvedev.
