Después del escandaloso reingreso de Cristian U, Emiliano Boscatto, Chizzo y Rocío Gancedo, la producción de Gran Hermano 2011 buscó un poco de paz para los participantes con una dulce sorpresa que enamoró a todos. Tras los antecedentes de las primeras ediciones, donde hubo vacas y mascotas, optaron por repetir el suceso y sumaron a Kimba, una hermosa perra golden que al principio se mostró muy asustadiza con los gritos de alegría de los chicos.
“¡Pará, pará, pará! Se asusta, loco”, se le escuchó decir a Cristian U -paseador de perros en ese entonces- tras notar que la nueva integrante había quedado en shock al verlos. Aunque muchos creían que ella iba a simpatizar rápidamente con él, eligió un dueño inesperado: el cordobés, que nunca había sentido mucho amor por los animales.
Leé también: Dos perritos entraron a la casa de “Gran Hermano”: así reaccionaron los participantes cuando los vieron
Para Emiliano Boscatto fue un antes y después, al punto de entrar al confesionario para pedir su adopción. Kimba lo acompañó en la final y una vez fuera del reality partieron hacia Córdoba capital, donde ella fue feliz hasta agosto de 2022, cuando murió por una enfermedad.
Kimba: la fama, el viaje a otra provincia y el duro final
En diálogo con TN Show, el exparticipante contó que su gran amiga de cuatro patas ahora descansa en un cementerio de animales, donde le llevará flores cada vez que regrese de España, país en el que desde hace tiempo se desempeña como actor de películas pornográficas.
“Una vez que terminó el reality la producción nos llevó a Córdoba. Yo la amaba, pero la verdad es que aún no tenía dónde vive y viajaba todo el tiempo, así que se quedó en la casa de mi mamá, que la cuidó mejor que nadie. Cuando se puso viejita mi hermana se la llevó porque requería mucha más atención”, le confió Emiliano a este medio.
Kimba murió a los 12 años, y pese a que le habían detectado un tumor, cumplió con la esperanza de vida de la raza, y se fue amada entre caricias y las lágrimas de sus humanos. “Yo nunca me había encariñado con ninguna mascota, pero ella fue un caso especial. Hubo una conexión desde el primer día. Fue mi gran compañera en Gran Hermano. Sobre todo al final, que yo quedé solo contra toda la banda contraria. Me humanizó mucho”, cerró Boscatto sobre su hija perruna, a la que siempre llevará en su corazón.
