Flavio Mendoza es una de las personalidades más reconocidas del espectáculo. A sus 51 años, ostenta una extensa y exitosa carrera en la televisión y los teatros. Sin embargo, no muchos conocen sobre la dura infancia que vivió al ritmo del circo, con un motorhome como casa, sus familiares como únicos amigos y los animales salvajes como mascotas.
Flavio Mendoza nació el 22 de diciembre de 1974 en Nogoyá, Entre Ríos, pero se crió en todas partes. Tuvo una dura infancia que atravesó siendo parte de un circo. Eso significa, entre otras cosas, tener un trailer como casa, que sus hermanas y sus primos sean sus únicos amigos y estar obligado a cambiar constantemente de barrio y de colegio.
Leé también: Flavio Mendoza presentó “Circo del Ánima Halloween”, un espectáculo de terror inspirado en su hijo Dionisio
En aquella época, todavía estaba permitido usar animales en los circos. “Menos jirafas, tuvimos de todo: leones, elefantes, tigres, osos, panteras. Ahora lo pienso y digo ‘pobres animales’, pero en ese entonces era normal”, detalló el propio artista tiempo atrás. Sin embargo, aclaró que incluso si hoy no estuviese prohibido utilizar animales, “no los tendría”.
Flavio Mendoza y su infancia en el circo
Su familia primero tuvo un pequeño motorhome, que luego cambió por uno más grande con dos habitaciones. Una era de sus padres, Zulma y Enrique, mientras que en la otra había dos cuchetas para sus tres hermanas -Silvia, Adriana y Patricia- y él, que por ser el más chico compartía cama con su abuela.
A pesar de todo, asegura que había algunas ventajas. Muy pocas, pero había. Por ejemplo, las fiestas de fin de año. “Lo que más me gustaba cuando era chico era la Navidad, pero por vivo. Al pasarlas en el circo, estábamos con mis tíos y mis abuelos, entonces todos nos hacían regalos”, recordó.
No solo recorrían los pueblos de la Argentina, sino que incluso se animaban a cruzar la frontera. En Brasil, por ejemplo, estuvieron instalados cuatro años. La prioridad era el trabajo y ellos viajaban a cualquier lugar que les prometiera una oportunidad laboral.
Sin embargo, no por tener una vida nómade descuidó los estudios. “A la escuela íbamos a la mañana, llegábamos, estábamos en el circo, tal vez había que viajar para la función y al día siguiente mi mamá nos bañaba con unos baldes para que pudiéramos ir al colegio. Nunca dejamos de estudiar”, contó.
Su debut en el circo llegó a los diez años. Con el tiempo, aprendió a hacer “de todo”. Desde ejercicios simples como trapecio, contorsiones y acrobacias, hasta otros complicados como “sostenerse con los dientes”, como le enseñó una de sus hermanas.
Esa vida la llevó hasta los 13 años, cuando quebró el circo familiar que daba de comer a sus padres, sus primos, sus tíos, sus abuelos maternos, sus tres hermanas mayores y él. Entonces, tocó regresar a su ciudad natal, Nogoyá, y comenzar una nueva etapa, mucho más sedentaria.
Flavio Mendoza y el homenaje a su infancia en el circo
Durante décadas estuvo alejado del circo y, por consiguiente, de su infancia. Por eso, con el objetivo de revivir aquellos años, fundó a comienzos de 2019 el circo del Ánima en Parque Avellaneda Shopping. “Mis anécdotas del circo son increíbles, maravillosas. Por eso es que yo volví a traer un circo a mi vida, porque esa fue mi gran escuela”, destacó.
Se trata de un homenaje a su familia. Pero en especial a su abuelo: “Mi recuerdo de él es en Brasil, donde vivimos cuatro años. Me acuerdo de él en la previa del circo, con camisa blanca y pantalón con tiradores, dirigiendo todo mientras fumaba un cigarrillo”.
Leé también: Flavio Mendoza: “Tuve una época de ratero, fue un momento difícil de mi vida”
“Le pedía un cruzeiro (dinero brasileño en esa época) y él me lo daba, tal vez no era un hombre muy cariñoso, de alzarte o darte un beso, pero supongo que esa era su forma de demostrar cariño. Esa es la imagen que tengo más presente de él porque falleció al poco tiempo que volvimos a la Argentina”, agregó.
En su debut estuvo su tío Osvaldo, que acostumbra a ir a cada función. “Se sentó adelante, se emocionó y lloró”, dijo Flavio. También estuvieron presentes sus hermanas, que subieron al escenario al final de esa primera fecha.
En septiembre de 2022, quiso sorprender a su hijo Dionisio al crear el espectáculo Circo del Ánima Halloween, que se estrenó el 30 de septiembre, para mostrar el humor dentro del terror. “La inspiración es mi hijo, es un show de terror con mucha risa, busco reivindicar el miedo”, comentó entonces.