En el cementerio de San Pedro, los familiares, amigos y vecinos de César Mascetti le dieron el último adiós al histórico conductor de Telenoche. Su esposa, Mónica Cahen D’Anvers, lo despidió rodeada de todos sus seres queridos y allegados.
Sandra Mihanovich y Sol, nieta de los periodistas, leyeron unas palabras que escribió César en su lecho de muerte y conmovieron a todos los presentes.
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La despedida de César Mascetti: “Me estoy muriendo en paz, con la satisfacción del deber cumplido”
“Esto dijo Tata cuando ya sabía: ‘Estoy a punto de vivir la mejor muerte. En el andén, me espera mi familia para darme la mano’”. Su tía recogió el guante y continuó con el emotivo relato: “Y después se sentó a su escritorio que era de su tío, en la calle Salta, y se puso a escribir. Él necesitaba escribir y organizar y decir todo lo que pensaba”, explicó.
“Él escribió esto y yo calculo que lo mejor que podemos hacer es despedirnos escuchando que él escribió”, señaló la cantante. Además, detalló que estas palabras fueron escritas por César el 12 de septiembre.
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“Me estoy muriendo en San Pedro, rodeado de durazneros en flor y de naranjos que esperan su turno para dejar caer sus pétalos e inundarnos a todos de su perfume. Estoy en el medio del campo, caminando con mis perros, que perciben desde hace días lo que va a pasar. Estoy mirando el río, escuchando las campanas que escuchaban mis abuelos”, dice el texto que conmovió a todos los presentes.
Claramente emocionada, Sandra continuó leyendo: “Estoy por ver volar a las palomas que cubrirán el cielo como todas las tardecitas, dentro de poco me llevarán con ella para enseñarme el camino. Me estoy muriendo en San Pedro a los 80 años, donde siempre quise morir, junto a la mujer que amo, abrazado a mi familia, ¿Qué más puedo pedir? Me estoy muriendo en paz, con la satisfacción del deber cumplido”.
Acto seguido, liberaron algunas de las palomas que fueron las fieles compañeras del histórico conductor de Telenoche. También cantaron Sol y Sandra Mihanovich, con el dolor a flor de piel, pero con la alegría de haberlo tenido en sus vidas.