A las 7, puntual, Magdalena Ruiz Guiñazú hacía sonar a María Elena Walsh en su programa. Las canciones infantiles salían por los poros de cualquier radio que estuviera encendida en ese momento. La mayoría, en Magdalena Tempranísimo. Era la hora para ir a la escuela de infinidad de nenes que se formaron escuchándola.
La periodista, conductora y escritora, a partir de su trabajo, construyó la identidad de cientos de profesionales y marcó un estilo propio. Con su muerte, el periodismo argentino pierde a una de las máximas referentes de la historia.
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Cómo fue la vida de Magadalena Ruiz Guiñazú
Dueña de un estilo incisivo muy particular, a Magdalena Ruiz Guiñazú siempre le interesó la información y la política. Era hija de Enrique Ruiz Guiñazú, un político que llegó a ser ministro de Relaciones Exteriores y Culto. La actualidad era parte de su agenda diaria.
Magdalena construyó una carrera que tuvo todas sus etapas de crecimiento: fue cronista, conductora de radio, de televisión, periodista gráfica y escritora. Llegó a publicar varias novales y libros de investigación.
Dentro de la política, Magdalena fue una luchadora incansable por los Derechos Humanos. Fue la primera en reconocer públicamente la tarea de las Madres de Plaza de Mayo en plena dictadura militar, algo que la marcó para siempre.
Junto al escritor Ernesto Sábato, fue una de las integrantes más reconocidas de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), una organización civil que investigó las violaciones a los derechos humanos en la dictadura recopiladas en el libro Nunca Más.
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De esta forma, Magdalena siempre se enfrentó a los abusos de poder que se cometieron en diferentes etapas de la historia argentina: nunca dejó de luchar contra quienes atacaban los valores humanos de la sociedad.
Su cultura, formación e inteligencia eran memorables: fue miembro de la Academia Nacional de Periodismo y recibió una gran cantidad de premios y honores tanto en la Argentina como en el extranjero.
Fue reconocida por la Universidad de Harvard, de la Legión de Honor francesa, la Orden de Mérito de Francia, de Italia y de Polonia y recibió el gran premio a la Trayectoria de Vida de la International Women’s Media Foundation. Además, con sus programas de radio, Magdalena ganó 13 Martín Fierro y el Martín Fierro de Oro.
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La división de la sociedad en los últimos años entre kirchneristas y antikirchneristas siempre fue una preocupación para ella, debido al nivel de virulencia que a veces se expone en la sociedad. Hace algunos meses, en una de sus últimas entrevistas, habló con el periodista Pablo Sirvén. Como siempre, Magdalena dejó una frase con la que genera una enseñanza: “La grieta se supera con la comprensión de que no somos un mismo pensamiento”.
