En marzo se encendieron las alarmas en torno a la salud de María Valenzuela. La actriz contó que estaba pesando apenas 35 kilos y denunció a un odontólogo por una mala praxis que le impedía comer con normalidad. Cinco meses después, esa pesadilla parece haber terminado.
Invitada a Intrusos (América), la protagonista de la obra teatral 100 metros cuadrados reapareció en público y se la vio totalmente recuperada. Muy agradecida por la atención que recibió en el último tiempo, no dudó en destacar el trabajo de los especialistas.
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“Se me nota en la cara. Irme a Ushuaia me cambió la vida, me cambiaron los dientes de abajo. Empecé a comer”, arrancó diciendo. Luego, recordó un momento muy especial del tratamiento: “Me acuerdo que en la última sesión que tuvimos con Marcelo Carta, que yo al día siguiente me volví a Buenos Aires, me dice ‘¿qué pedimos? ¿una pizza?’, le dije ‘¿estás seguro?’”.
Y agregó: “Tenía los dientes blanditos. En un momento dado mordí y le digo ‘estoy masticando, no lo puedo creer’. Estaba masticando sin ningún problema, sin dolor, sin nada después de cuatro años. Carne hacía cuatro años que no comía”.
Valenzuela, que ya recuperó 10 de los kilos que perdió, destacó que el calvario se terminó tras atravesar tres internaciones por estar con bajo peso y deshidratada. “Yo comía un bocado de pollo y eso me llevaba 10 a 15 minutos masticarlo. La medialuna empapada en café con leche la muerdo y escucho crash”, recordó.
María Valenzuela decidió no avanzar con la denuncia de mala praxis contra un odontólogo
Gracias al nuevo tratamiento, María Valenzuela descubrió que el dentista al que denunció había hecho un trabajo aún peor de lo que ella creía. “Me enteré de que los pernos me los había puesto torcido, entonces no había una mordida correcta, yo no mordía bien con los de arriba y con los de abajo, estaban los pernos todos torcidos. Ahora lo que me faltan son los dientes de arriba”, precisó.
Por otra parte, reveló que no avanzará con la denuncia de mala praxis contra el odontólogo que la había atendido previamente. “Me lleva más a la amargura, al rencor, al odio. No quiero. Ya pasó. Ya lo estoy solucionando”, sostuvo sobre sus motivos para dejar atrás cualquier instancia judicial.
En ese sentido, admitió que le sorprendió cómo reaccionaron algunas personas ante su denuncia pública. “Me encantaba la gente que decía cómo salís a escracharlo, pero yo me banqué cuatro años, la pandemia, sin decir nada, sin hablar de este problema, llegó un momento que ya no podía más”, indicó.
