A pocos días de subirse por tercera vez al escenario del Teatro Colón para un nuevo concierto sinfónico, Valeria Lynch se mostró nerviosa ante el desafío que representa estar en esa sala. El evento será el lunes 25 de abril, y la artista estará acompañada por la Orquesta Única de Buenos Aires, integrada por 30 músicos y con la participación de 12 coros.
El show contará con un repertorio de clásicos y algunas sorpresas: “Lo que hice fue agregar temas diferentes que hace mucho tiempo que no hago, que una deja de lado y después dice ‘Ah, mirá que bueno’ y los rescata”. Además de los éxitos que la gente quiere y conoce, el espectáculo tendrá un invitado más que especial, su novio Mariano Martínez.
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Ante los rumores que circularon en las últimas semanas sobre una crisis o separación, Valeria se ríe: “¿En serio? ¡Me acabo de enterar! No. Con Mariano estamos mejor que nunca”. Y podemos dar fe de eso, ya que a la nota llegaron juntos y con muy buena onda.
Aunque está muy contenta con su relación, es categórica ante la posibilidad de avanzar un paso más y llegar al casamiento: “No. Estamos tan bien así que ya ni pienso en eso. Me pasaron muchas cosas (con el matrimonio) que no son demasiado lindas. Lo único bueno son mis hijos”.
Valeria Lynch, la artista que se volvió un ícono de la música
Con una vigencia intacta, Valeria Lynch también está pendiente de los estilos actuales y las nuevas generaciones de artistas. Si bien aclaró que no es la música que consume habitualmente, contó que sigue la carrera de varias cantantes argentinas. “Me gusta Tini, me gusta Lali, con las dos tuve la oportunidad de trabajar. Son divinas las dos, me hacen acordar mucho a mi en mis comienzos”, detalló.
Sobre los nuevos planes que tiene para su carrera, aseguró: “Creo que un artista no tiene techo, no tiene límites. Hay que darle oportunidad a los nuevos proyectos. Yo me metí a hacer rock de nuevo y me fue bárbaro. Ahora estoy grabando un disco de baladas nuevas y covers de baladas italianas. Un discazo”.
Su enorme popularidad hizo que algunas personas la tentaran para incursionar en la política, con la clara intención de traccionar votos. Sobre la posibilidad de dedicarse a ese rubro, fue clara: “Ni loca. Quiero que la gente me quiera. No lo haría nunca, no es lo mio”. Y se refiere a la “grieta”: “La grieta es con todo. Eso pasa con los fanatismos. Está en el fútbol, en los gustos populares, te gusta este cantante, no te gusta este. Si termináramos con los fanatismos a lo mejor se terminaría con la grieta.”