Con la intención de sacarse una mochila con la que carga desde hace 22 años, Pablo Ceccarelli aseguró que los dueños de Magenta -la discográfica para la que trabajaba- fueron los responsables de la muerte de Rodrigo Bueno. “No tengo ninguna duda de que fue asesinado”, contó en LAM. Y, en diálogo con TN Show, expuso cuáles habrían sido los móviles para el presunto crimen.
Ceccarelli sostiene que muchos indicios estuvieron a la vista de todos, ya que El Potro hizo públicas sus diferencias con la compañía. Incluso, compartió una copia de un precontrato que el artista tenía con otra discográfica en busca de expandir sus horizontes. “Estaba todo arreglado con el productor Emilio Estefan, solo faltaba que vaya a firmar a Miami. La idea era no estar más sujeto a Magenta”, reveló.
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Otra de las disputas que habría tenido el artista con la discográfica se generó a partir de la manera en la que se explotó su imagen. “Cuando se presentó en el Luna Park, lo hizo vestido como boxeador porque ya estaba en guerra con Magenta”, recordó Ceccarelli.
Luego, agregó: “Si te fijás, desde el primer show hasta el último, él lo que siempre hacía era señalar el cartel de un sitio web, que era ‘elpotrorodrigo.com’. Eso lo hizo después de que nosotros lanzáramos el sitio oficial ‘elpotro.com’, donde vendíamos el merchandising”.
Cómo el anuncio de su retiro profundizó la disputa que Rodrigo Bueno tenía con Magenta Discos
A comienzos del milenio, Rodrigo Bueno estaba un poco cansado de la exposición y sentía que su vida privada estaba siendo expuesta con cierta malicia en los medios de comunicación. Tal era el precio de la fama, que llegó a anunciar que iba a alejarse de los escenarios. Una despedida apresurada que podía afectar económicamente a Magenta.
“En la conferencia de prensa, en la que se iba a retirar, él dijo claramente que Magenta lo iba a matar y eso fue lo que hizo enojar a Beto (Kirovsky) -CEO de Magenta-. ‘Sabés cuántos discos van a vender cuando yo me muera’, dijo”, rememoró Ceccarelli. Y añadió: “Si Rodrigo no grababa otro álbum, Magenta se iba a la quiebra”.
Entonces, el panorama para la discográfica era muy oscuro: Rodrigo se retiraba o bien continuaba su carrera con otra compañía. Por ese motivo, Ceccarelli especuló con que lo más conveniente y rentable para la compañía era que el cantante muriera. Y los números hablan por sí solos: vendieron alrededor de 10 millones de discos en 30 días.
Más allá del impacto que generó la muerte del intérprete de “Soy cordobés”, el exempleado de la compañía analizó que los hermanos Kirovsky no supieron cómo mantener el negocio: “Pasaron de ser la discográfica independiente más grande de América Latina a estar a un paso de desaparecer”.
