Jairo recordó a su esposa Teresa Sainz de los Terreros, que murió a fines de julio después de luchar 10 años contra una enfermedad crónica. “Desde que la conocí, no nos separamos más”, contó en una entrevista en A24.
En ese sentido, se animó a revelar ciertas intimidades de su último adiós: “Cuando murió Teresa estábamos los dos solos”. Entonces recordó: “Yo vi que no se despertaba, que empezaban a bajar los números de los aparatos y el enfermero me dijo ‘Ya está'. No se despertó más”.
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El músico contó que compartieron toda una vida juntos y que le faltaron meses para llegar a cumplir las bodas de oro. Tras asegurar que fueron muy felices juntos expresó: “Era una relación ideal, perfecta. Nos llevábamos extraordinariamente bien. Nos complementábamos muy bien. Éramos muy distintos y yo creo que ella me introdujo en un mundo que yo desconocía y visceversa. Creo que en esa fusión las cosas salieron bien”.
Consultado acerca de dónde saca las fuerzas para seguir adelante sin su compañera, Jairo dijo que sigue su ejemplo de su fortaleza. “Si ella fue capaz de soportar todo eso, ¿cómo no voy a poder soportar algo así?”, dijo en referencia a la enfermedad crónica que la aquejó durante una década.
El posteo de Jairo tras la muerte de su esposa
Poco más de una semana después de la muerte de Teresa, el músico realizó una sentida publicación en redes. Allí habló del duelo, agradeció los mensajes de cariño y apoyo y destacó la labor de los trabajadores de la salud que acompañaron a su esposa durante tantos años.
“Gracias a ustedes, quienes nos hicieron llegar a mi familia y a mi, mensajes de amor y ánimo que nunca olvidaremos. Son decenas de miles, y cada uno es un tiempo que se tomaron para brindarnos consuelo y afecto. Ojalá sea merecedor de tanto amor. Los quiero mucho. Los queremos mucho. Teresa vuela en paz”, escribió en su perfil de Instagram donde reúne miles de seguidores.
A modo de cierre compartió un fragmento de su canción “El valle y el volcán”: “Para correr hacia el mar vistiéndonos de sol, para tener y prestar niñez del corazón, para jugar a inventar el mundo en una flor somos dos, somos dos, la eternidad es hoy, la eternidad para cantar y derrotar al tiempo”.
