Germán Tripel fue uno de los cinco jóvenes seleccionados para integrar el grupo musical Mambrú, que llegó tras el furor de Bandana. Tres años después de su creación, y luego de haber vendido millones de discos y llenado varios teatros, la banda se disolvió y sus músicos se vieron afectados.
A 16 años de haber subido al escenario por última vez junto a sus compañeros, el artista mencionó que volver al anonimato y quedarse sin trabajo le hizo mucho daño. “Psicológicamente fue un golpe muy fuerte; fue una caída muy fuerte para un chico de 23 años que te suban así y que estén todos para decirte ‘sí, está buenísimo’, y de repente que se baje, que te caigas, y que nadie esté para acompañarte, salvo la familia, que por suerte estaba”, recordó en el programa de Gastón Pauls.
Poco a poco fue perdiendo la noción de lo que quería para subida y cómo hacerlo, y lo pagó caro: “Salía todos los días, consumía drogas, tomaba mucho alcohol y llegué a pensar en suicidarme. Ahí perdí los estribos, me deprimí un año, me mudé de vuelta con mis viejos. Estaba todo el día tirado; para lo único que me levantaba era para ir a entrenar, que era como lo único que me desconectaba de esa sensación”.
Tripa, como se lo conoce popularmente, reconoció que tomó pastillas, LSD y cocaína. También revisaba el botiquín de su familia en busca de antidepresivos: “Le robaba a mi vieja, mezclaba cosas con el alcohol y de repente tener estos picos de éxtasis y después de querer matar a todo el mundo o matarme yo”.
El ex Mambrú, que está en pareja con Florencia Otero, recuerda esas épocas con mucha vergüenza, pero al hacer memoria se le vienen a la cabeza todos aquellos momentos en los que sentía que no le importaba a nadie: “En la depresión no sabés quién sos, y terminé siendo un esclavo de mi propio juicio de valor. Cuando pasaba por el puente de River, en la Avenida Lugones, hasta la curva cerraba los ojos y que pasara lo que tenía que pasar; tipo tres de la mañana, cuando ya no había mucha gente, un inconsciente total”.
Para darle un cierre al tema, deslizó que fue terrible pasar de ser uno de los hijos mimados de Gustavo Yankelevich a que nadie le pidiera una nota.
Así fue el reencuentro de Mambrú
En 2017, Gerónimo Rauch sorprendió a sus seguidores con una postal que provocó mucha emoción. Después de 12 años, se reencontró con sus compañeros de Mambrú, con los que vivió momentos maravillosos.
“Y esto sucedió hace un par de semanas. Doce años pasaron sin que estemos los cinco juntos comiendo un buen asado. ¡Me hizo muy feliz el encuentro! Espero que no tengan que pasar Doce años más para el siguiente. Viva la vida y viva la música de estos muchachos”, escribió con alegría.