Aunque su padre es uno de los empresarios más ricos de América del Sur (y dueño de emprendimientos como Nordelta, por ejemplo), Tomás Costantini dice que no tiene plata, que vive de sus ahorros y que por eso no puede pasarle a su hijo Milo el dinero que le reclama Jimena Campisi.
En concreto, la modelo le pide unos 40 mil pesos por mes en concepto de cuota alimentaria, un monto que él considera "excesivo".
"No trabajo hace un año. Tuve el peor año de mi vida, empecé un negocio de soja y aceite de oliva, tuve que cerrar, me quedé sin nada. Estuve seis meses buscando una vocación y yendo al psicólogo. Recién ahora estoy lanzando una marca de ropa", contó Tomás en Desayuno Americano.
"Hay que separar a mi padre y mi madre. Yo vivo de lo que yo generé y no de lo que me dan. No somos una familia italiana y cae todo. Cada uno tuvo su plata", se excusó.
Además del factor económico, Jimena le reclama presencia.
Según contó en vivo Virginia Gallardo, amiga íntima de la modelo, Tomás solo vio a su hijo tres horas en los últimos tres meses. Él dice que es porque no quiere quedarse "ni loco" en Viedma a dormir, donde vive ella.
Gallardo tuvo duras palabras para el heredero.
