A partir de la irrupción de la pandemia de coronavirus, los eventos sociales sufrieron cambios profundos en su organización. Durante todo 2020, muchos no se pudieron hacer, como el de Cannes, pero otros sí, como el Festival de San Sebastián. El certamen europeo fue escenario de un escándalo con uno de los invitados especiales, que fue expulsado por negarse a usar barbijo.
Los organizadores de la 68° edición del festival le retiraron la acreditación y echaron al director de cine Eugène Green por no querer usar tapabocas durante la proyección de su película Atarrabi et Mikelats, que se presentaba en la sección Zinemira.
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En un hecho que calificaron de “desagradable incidente”, los responsables de la seguridad de la sala 9 de los cines Príncipe Green, donde se pasaba el film, explicaron que a Green le fue “requerido hasta en cinco ocasiones por el personal del Festival para que se colocara el tapaboca de manera correcta”. Todo el tiempo se negó.
Ante la falta de colaboración del cineasta, le pidieron que abandonara la sala y dos agentes de la policía regional vasca le informaron de que iban a tramitar una denuncia administrativa por incumplir las medidas sanitarias establecidas para contener la propagación del COVID-19, por lo que el realizador podría ser multado.
El Festival de San Sebastián decidió, además, retirarle su acreditación, por lo que Green perdió su condición de invitado del Zinemaldia “por su falta de respeto a las medidas adoptadas de acuerdo con las autoridades sanitarias y al personal del Festival y por poner en riesgo la salud de los espectadores y el equipo de la película durante y después de la proyección”.
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Una vez expulsado Green, el coloquio del equipo de la película continuó con los actores Lukas Hiriart y Saia Hiriart. Green, nacido en 1947 en Nueva York aunque residente en París, presentaba la película Atarrabi et Mikelats, una historia rodada en euskera (lengua vasca) que se sumerge en la mitología vasca y que se había programado en la sección Zinemira.
En el anticipo de lo que iba a ser su participación en el evento, Green ya no se mostraba muy conforme. En una entrevista con el medio vasco Naiz, el realizador planteó que estaba “un poco decepcionado y enfadado" con respecto al tipo de selección en la que fue incluida su obra. “Mis películas se suelen seleccionar en festivales muy prestigiosos, y si nos han puesto en Zinemira quiere decir que el señor Rebordinos (el director del festival) no cree que la película tiene mucha calidad artística, y esto me ofende y no me resulta agradable”, comentó.