A Hollywood le quedan muy pocas estrellas dentro de su star system clásico, en el que solo una presencia aseguraba la explosión de la taquilla. Brad Pitt es uno de esos actores que todavía están dentro de esa lista acotada de figuras. Con el estreno de F1 quedó demostrado cómo sigue encantando e hipnotizando a la pantalla.
A los 61 años, el actor protagoniza una electrizante película que tiene un despliegue fenomenal para mostrar cómo es el verdadero detrás de escena de las competencias automovilísticas más importantes del mundo.
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A pesar de que F1 es una ficción, se grabó durante las competencias reales en las que corrían pilotos verdaderos como Max Verstappen, Charles Leclerc, Fernando Alonso o Carlos Sainz, por ejemplo.

Esa sensación documentalista le da otro aire el film dirigido por Joseph Kosinski, además de la trama que lo tiene a Pitt como su gran estrella.
De qué se trata F1, la electrizante película de Brad Pitt como un corredor
El film protagonizado por Brad Pitt trata acerca de un piloto que está retirado desde hace años y que sigue compitiendo en carreras de diferentes estilos solo por el amor a la velocidad.
Un día recibe la presencia de un viejo conocido de él que antes era piloto, pero ahora tiene una escudería a la que le va muy mal. Si no gana algún punto en las próximas carreras, perderá su lugar en la Fórmula 1.

Por eso, lo convoca para que ayude a su corredor estrella, un joven engreído, pero con mucho futuro que solo piensa en él.
Así, los dos automovilistas de generaciones distintas iniciarán una disputa por ver quién puede ganar una carrera, pero las luchas personales entre ellos pueden complicar la vida de todos.
Cuáles son los puntos más altos de F1
F1 se inscribe dentro de un género en sí mismo como es el de las carreras de autos. Sobran los ejemplos de hitos cinematográficos dentro de este universo de películas como Le Mans ’66, Contra lo imposible o Cupido Motorizasdo.
Un antecedente directo de F1 es Días de trueno, que protagonizaron Tom Cruise y Nicole Kidman, en 1990. El film también fue producido por Jerry Bruckheimer está relacionado directamente con el mundo del automovilismo y tiene un argumento muy similar.
El realizador Joseph Kosinski logró captar instantes reales en cada una de las vueltas registradas con las cientos de cámaras que tenía a su disposición.

Además, usó todo el fanatismo de Brad Pitt por el automovilismo a su favor. El actor parece moverse como pez en el agua en un mundo que si bien es popular tiene un nicho muy definido.
F1 no es una película que pretenda tener un vuelo dramático más allá de la intensidad del personaje central. Su clave es más que nada la inmersión directa en la velocidad absurda que levantan esos coches.
A pesar de que es una película de 150 minutos, el cineasta pudo haberla hecho más larga ya que tuvo que cortar varias subtramas que tenía grabadas para sintetizar la historia principal.
Javier Bardem, Kerry Condon y Damson Idris completan muy bien su trabajo dentro del elenco que juega de igual a igual con Brad Pitt, que se luce como casi siempre.
Cómo se hizo F1 y quién la gestó
La clave del impacto que puede generar, está en la manera de cómo se hizo. Producida por el automovilista Lewis Hamilton y con financiamiento de Apple, F1 es tanto una apuesta cinematográfica como de marketing: las publicidades de marcas de lujo inundan la pantalla.

Esa capacidad de juntar sponsors, al igual que lo que sucede en el automovilismo, permitió sostener económicamente el presupuesto de más de 200 millones de dólares. Algunos portales especializados en Hollywood aseguran que Brad Pitt cobró 30 millones, la cifra más alta de su carrera.
El nivel con el que se hizo F1 es altísimo. De acuerdo a lo que contó el CEO de Apple, Tim Cook, en una entrevista con Variety, la empresa pudo conseguir a través de Lews Hamilton que ubicaran un lugar especial para la producción en cada uno de los Grandes Premios que necesitaban grabar, entre 2023 y 2024.
Es así como el equipo realizador tuvo su propio paddock en el centro de la acción automovilística para registrar de manera precisa cada escena.
Kosinski contó que tuvo hasta 28 cámaras en simultáneo con las que pudo grabar las carreras de ficción y también las reales. “El mundo de la F1 se trata de superar los límites tecnológicos; es parte integral del deporte. Eso encajó a la perfección con el estilo Apple. Todo resultó ser una colaboración increíble entre dos marcas gigantes. Era necesaria para lograrlo”, sintetizó en Variety.

El realizador, además, consiguió la proeza técnica de adaptar el auto que usa Brad Pitt, que originalmente era de F2, pero al que le agregaron equipamiento de la F1 con supervisión de Mercedes Benz.
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Para los fanáticos del automovilismo, F1 es una cita obligada a las salas por la presencia de los pilotos reales que tienen varios cameos. Para quienes no sean seguidores de las carreras, el film funciona igual: la adrenalina de su velocidad es frenética y atractiva.