Si hay algo que tiene Tim Burton es que sus películas no pasan desapercibidas nunca. Dueño de una tristeza artística singular, el realizador forjó su propio estilo dentro de la industria cinematográfica, incluso, en el mainstream, donde es casi imposible hacerlo. Con Beetlejuice Beetlejuice, el director vuelve a poner en primer plano su forma de filmar, su humor rebuscado y el histrionismo oscurísimo de sus personajes.
Con casi todo el elenco de la primera, sin Alec Baldwin y Geena Davis, la película continúa la trama de 1987 y mantiene el espíritu sarcástico de aquella producción. Michael Keaton y Winona Ryder exploran una vez más al fantasma Beetlejuice y a Lydia Deetz de manera efectiva.
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Más allá de sostener su esencia, ahondar en el recorrido personal de cada personaje e introducir algunas subtramas nuevas, no aporta nada demasiado nuevo detrás del velo de lo que se ve.
De que se trata “Beetlejuice Beetlejuice”
Más de tres décadas después, Lydia Deetz explora sus condiciones parapsicológicas para comunicarse con los muertos en un programa de televisión. Mientras está a punto de casarse con uno de los productores del ciclo, su madre le avisa que sucedió una tragedia en la familia.
De esta forma, tiene que volver a su casa de Winter River, un lugar donde no la pasó nunca bien luego de los eventos que sucedieron en el pasado. Lentamente, la protagonista va teniendo una conexión cada vez más fortalecida con Beetlejuice.
En el medio, la adolescente hija de Lydia tendrá una historia de amor intrincada que se topará con algo más en el camino, mientras que Beetlejuice queda en el centro de una revancha personal del fantasma de una mujer desengañada.
Lydia intenta tolerar toda esta situación hasta que, una vez más, se abre el portal hacia el reino del más allá. Inmediatamente explotan todas las historias en paralelo que tendrán al famoso fantasma como eje central.
Puntos altos y bajos de “Beetlejuice Beetlejuice”
Dirigida con solvencia por Tim Burton, Beetlejuice Beetlejuice tiene un elenco que cualquier realizador soñaría conseguir: además de Keaton y Ryder fueron parte del reparto Catherine O’Hara, Justin Theroux, Jenna Ortega, Monica Bellucci, Willem Dafoe y una participación especial de Danny DeVito.
Sin dudas que Beetlejuice Beetlejuice no sería lo mismo sin el displicente sarcasmo e histrionismo del personaje principal interpretado con maestría por Michael Keaton. El actor no perdió un ápice del espíritu de la primera película, a 36 años de su estreno.
Winona Ryder también está a la altura de su rol de Lydia Deetz, con sus caras de sorpresa, las gesticulaciones exageradas y ese espíritu gótico que la hizo famosa en los ‘80 por ser una de las musas de Tim Burton.
A su vez, todos esos componentes hacen juego en la labor de Jenna Ortega que continúa, de alguna manera, la herencia del papel de Winona: con puntillosidad y belleza transmite todo lo que le pasa a su jovencísima Astrid.
Al mismo tiempo, hay otros elementos que aportan rasgos positivos al film, como la manera artesanal en la que diseñaron los efectos especiales respetando a rajatabla forma original de su primera parte.
Burton volvió a usar esa estructura de stop-motion, animatronics, maquillaje elaboradísimo y miniaturización que, en el presente, con el CGI preponderante en la industria, había quedó prácticamente en desuso dentro del mainstream de Hollywood.
El realizador, además, se dio el lujo de homenajear una vez más -como en cada uno de sus films- a los monstruos que fueron parte de su juventud. Esta vez hay mucho de La Novia de Frankenstein y de Drácula, como también de citas a otros realizadores que forjaron su fisonomía artística, como el italiano Mario Bava.
Entre los puntos menos destacados se vislumbra una cuestión que engloba a todo el film: más allá de cada una de los correctos aspectos técnicos, Beetlejuice Beetlejuice no hace un gran aporte a nivel relato. Todo parece más de lo mismo que ya se vio en 1988.
Por qué Tim Burton hizo “Beetlejuice Beetlejuice” tantos años después de la primera película
A lo largo del camino de su vida como director, la historia de Beetlejuice aparece en los extremos porque su primera película famosa antes que cualquier otra fue la que le dio vida al recordado fantasma.
En una entrevista con varios medios especializados en Hollywood, Burton explicó las razones que lo llevaron a desempolvar la trama que había diseñado en los ‘80.
Una de las primeras cuestiones fue ponerse a pensar qué le podía haber pasado al personaje de Lydia entre su adolescencia y su adultez. Eso lo llevó a tomar la decisión de desarrollar hilos al respecto.
“Se convirtió en una película muy personal, como una especie de película familiar extraña, con un gancho emocional. Las tres generaciones de madre, hija, nieta, vida, muerte son cosas básicas y normales que todos experimentamos. Luego, especialmente, si tenés la suerte de envejecer, sentís esas cosas. Así que ahí es donde realmente comenzó y solo podría haberme sucedido después de todo este tiempo”, explicó.
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Beetlejuice Beetlejuice funciona como un broche final de emociones para muchos de sus personajes, pero también abre la posibilidad de ahondar en tramas futuras con varios de ellos. ¿Habrá una tercera parte?