En Nada, Manuel Tamayo Prats (Luis Brandoni) es un crítico gastronómico que conoció mejores épocas pero no parece dispuesto a reconocerlo. Para colmo, queda completamente indefenso cuando ya no puede contar con su empleada Celsa (María Rosa Fugazot) que se ocupó de él los últimos cuarenta años. Manuel no sabe manejar, no tiene celular, no tiene tarjetas de crédito, de hecho no tiene dinero.
Sus editores le reclaman el libro por el que ya recibió dos anticipos y en los restaurantes puede toparse con las consecuencias de alguna crítica despiadada. Pero Manuel es un hombre brillante: su erudición gastronómica es deslumbrante y sus caprichos comienzan a perder peso cuando entra en su vida Antonia (Majo Cabrera) una joven paraguaya que tras muchas vacilaciones Manuel emplea para reemplazar a Celsa.
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Las películas de Mariano Cohn y Gastón Duprat -ésta en particular- suelen tener un clima festivo con diversos agasajos y sorpresas. El agasajo principal es la presencia de Robert De Niro, en su primera incursión en la televisión: es Vincent Parisi, un famoso escritor estadounidense con dos premios Pulitzer, que es amigo de Manuel y a su pedido acepta venir a Buenos Aires. La Boca, la plaza San Martín, la calle Corrientes, el río, los atardeceres, la misma casa de Manuel, tan peculiar, la cámara de Cohn-Duprat muestra una ciudad de belleza inusual.
Lentamente, sin estridencias, Manuel Tamayo Prats comienza a cambiar. En las reuniones con sus amigos epicúreos se divierte desbaratando el discurso prefabricado de un joven estudiante; aprende de Antonia el arte de preparar comidas exquisitas con la mayor sencillez; elige de un modo diferente a sus amigos y conserva a Grace (Silvia Kutika) como la más íntima y leal.
Son cinco episodios de media hora y al comienzo de cada uno De Niro explica el significado de dichos populares porteños, como “la verdad de la milanesa” o “nadar en dulce de leche”. Traducidos al inglés, los dichos se llenan de gracia y exhiben el absurdo. El elenco de la miniserie es también parte de la fiesta: con breves pero contundentes papeles participan Guillermo Francella, Cecilia Dopazo, un impagable (como siempre) Daniel Aráoz y Enrique Piñeyro entre otros.
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Luis Brandoni consigue componer un personaje difícil y adorable a la vez. Es molesto, tacaño, exigente y arrogante pero al mismo tiempo es encantador cuando quiere y a veces a su pesar. Es el caso de su vínculo con Antonia, la joven paraguaya que le cambia la vida y quien a su vez gracias a él encuentra un destino.