La actriz vasca Itziar Ituño, conocida en todas partes por su Raquel Murillo, “Lisboa”, en La Casa de Papel, lleva unos días de rodaje intensos. En un lugar intenso y con un personaje intenso. “Todo muy intenso, y con la aventura de que es la primera vez que estoy en Argentina, en Buenos Aires”, confirma en diálogo con TN luciendo una sonrisa generosa.
“Estoy superfeliz. Tenía muchas ganas de venir, porque una ha visto mucho cine argentino, en mi caso en el festival de Donostia, y de repente, llega un guion que me leí de una sentada, con un personaje tan protagónico y además ¡en Argentina! Me dije que tenía que hacerlo como fuera”, asegura la actriz.
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Aunque se pide reserva, es casi imposible dejar afuera el comentario, porque Pensamiento lateral, la película que está filmando Mariano Hueter sucede, en su mayor parte, en una tenebrosa curtiembre abandonada. Uno de esos films en los que la locación importa y mucho. El lugar en el que un trío de secuestradores, encabezados por César Bordón y Mauricio Paniagua, mantiene cautiva a Julia, una psicóloga española que deberá usar sus herramientas de terapeuta para sobrevivir.
Licenciada en sociología, Itziar Ituño, que postea en su idioma natal para sus seguidores, formó parte de Nekane Beitia, la novela más larga del País Vasco. Ahora está por estrenar Intimidad, que se verá por Netflix, una serie basada en un escándalo sexual con un elenco central femenino, mientras filma en Buenos Aires, demostrando que hay vida más allá del fenómeno de La Casa de Papel.
“¡Eso! Sobre todo eso: siempre hay vida. Y además es bueno cambiar para que no la encasillen a una. Nos pasa a muchas y muchos, que nos encasillan cuando como artistas podemos dar muchas caras y facetas distintas. Estaba bien que ya terminara la serie, hay que dejar las cosas antes de que cansen. Ahora, cuando una tiene el lujo de elegir, y me llegan varios proyectos para elegir, elijo un poco desde la intuición, el corazón y contar historias que digan algo, no sólo que llenen un rato libre de la gente”, asegura la actriz.
En ese sentido, Ituño opinó sobre la industria del entretenimiento: “Siempre digo que no hay pequeñas historias, solo pequeños presupuestos. Y generalmente, cuando el presupuesto es pequeño, suelen salir grandes joyas de ahí, porque el ingenio está trabajando a tope. Y al contrario también: de pronto entran los dólares, los euros, y algo de autenticidad se pierde por el camino”.
“Prefiero el riesgo, por eso me gusta el cine independiente, que no está formateado para gustar a determinado público. He hecho en esta vida de todo, cosas comercialísimas, cosas que no se entienden de tan surrealistas, así que le tengo un poco agarrada la medida. LCDP tenía su parte de fenómeno social que era para mí lo más interesante. Y tenía su crítica al sistema, también, con eso me quedo. Pero cuando la cosa se extralimita, se pierde un poco el norte”, agrega sobre los proyectos por los que apuesta.
De qué trata “Pensamiento lateral”, la nueva apuesta de Itziar Ituño
Que su personaje en Pensamiento lateral sea “una gallega”, en la patria mundial del psicoanálisis, es una broma que no se le escapa. Aunque esa terapia, dice, no la convence. “Me parece que Freud era bastante misógino, pero sí me interesa la psicología. Estudié sociología y teníamos bastantes materias de psicología, y en algún momento sentí que me había equivocado de carrera. De todas formas, siempre es interesante lo que sucede aquí adentro (se toca la cabeza)”.
-Leí que, además de sociología, también hiciste teatro, desde chiquita.
-Sí, me gustaba mucho el teatro, pero más por afición, sin pensar que iba a estar trabajando de esto. Me veía con un poco de suerte trabajando de socióloga. Este mundo de los artistas es difícil, muy difícil sobrevivir en él. He tenido bastante fuerte y llevo muchos años. Es una carrera de fondito, donde no te tienes que cansar, y muchas veces debes compaginar trabajos no tan interesantes para poder seguir. Pero si llevas el gusanillo adentro, no o puedes dejar.
A mí no sé de dónde me viene, mi madre era muy buena cuenta cuentos, y por ahí fui desarrollando la imaginación. Además, me llevaban mucho al cine, al teatro. Era una niña súper tímida, y de pronto, me subí a un escenario: lo pasé fatal, horrible, pasaba un miedo espantoso. Pero resulta que, después del teatro, la vida es mucho más sencilla. Levantar la mano, preguntar, hablar en público, todo es más fácil. El teatro fue una terapia de choque.
Entre jornadas de rodaje, junto a un elenco que completan Alberto Ammann, Bordó y Paniagua, el actor de Monzón, Itziar se hizo tiempo para participar en los paneles de Argentina Comic Con, que la tuvieron como figura central. También, para conocer la ciudad y sus barrios vulnerables, en los que la conmovió el empuje de la gente. “Todo en este proyecto fluyó de una manera especial. Cuando vuelva, tendré un montón de amigos por visitar”, cierra.