Para que su campaña solidaria llegue a la mayor audiencia posible, George Clooney lanzó un divertido video en el que admite cuál es su mayor obsesión: Brad Pitt. En el clip, cuyo estilo recuerda The Office, el actor reflexiona sobre cómo repercutió la cuarentena en su vida social y también despliega su fanatismo por su colega.
“De pura suerte, terminé gran parte del año pasado encerrado, con un desconocido con el que terminamos siendo grandes amigos”, reflexiona en los primeros instantes del corto. Supuestamente, esa experiencia fue tan maravillosa que quienes donen dinero a través de Omaze para la Fundación Clooney for Justice accederán a un sorteo cuyo premio es pasar el día junto a él y su esposa Amal Ramzi Alam Uddin en su casa en Lago de Como, Italia.
“Una de las mejores cosas de conocer gente nueva es que nunca sabes cuándo puede convertirse en el comienzo de una amistad duradera”, reflexiona Clooney en su invitación.
Pese a que ese premio parecería ser el sueño de cualquier fanático, el clip se encarga de demostrar lo contrario. Todo arranca cuando Clooney debe quedarse ocasionalmente con un extraño durante la pandemia.
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“¿Recomiendo pasar el rato con George Clooney? No, no lo recomiendo. Básicamente pasó por mi casa a buscar algo que me había comprado online y cuando llegó justo ordenaron que debíamos quedarnos en casa. Y nunca se fue”, relata el anfitrión Byron con indignación.
Luego, agrega: “Al principio pensé que tenía que preocuparme por él. Las estrellas también son personas. Pero creo que olvidé qué extrañas pueden ser las personas”.
¿Qué había ido a buscar la estrella? Nada más y nada menos que un muñeco de su olvidable versión del encapotado en Batman y Robin, uno de los mayores tropiezos en su carrera. Pero eso no era lo más extravagante. Lo que más atormentó al indignado anfitrión fue la adicción de su huésped por Brad Pitt.
“Veamos La Gran Estafa, Brad está genial, ¿no?”, recomienda Clooney, vestido con una remera y varios merchandising de su ídolo. Una sugerencia a la que Byron responde: “¡Ya la vimos 22 veces”.
Además, la publicidad se burla de una imagen que se repitió hasta el cansancio en las películas de Brad: las escenas en las que aparece con la boca llena. “Solo come y come. Él solo aparece en la pantalla y ¡guay! ”, bromea el protagonista de Gravedad.
Al notar el fastidio de su nuevo amigo, George concluye que cualquier relación se pudo ver afectada durante el aislamiento. “Veámoslo así, todos los compañeros que viven juntos pueden ponerse un poco locos”, analizó.