Los Windsor están inmersos en una campaña de renovación. Tras la marcha de Harry y Meghan Markle a los Estados Unidos, el castigo al príncipe Andrés, apartado de la vida oficial por sus relaciones con el pedófilo Jeffrey Epstein, y el aislamiento preventivo de Isabel II en tiempos de pandemia, “La firma”, como coloquialmente se conoce a la familia real británica, se reorganiza. En esta nueva etapa donde el foco está puesto en Carlos de Inglaterra como heredero y en su hijo William, como segundo en la línea de sucesión al trono, también van a tener un hueco George y Charlotte de Cambridge. Con solo siete y cinco años, respectivamente, los hijos mayores de los duques de Cambridge harán más vida oficial, según publicaron varios medios británicos y norteamericanos.
En los últimos meses los principitos ya estuvieron junto a sus padres en algunos actos y participaron de tareas solidarias. El éxito e interés mostrado por su presencia reforzó la idea de que es necesario que aumente su vida pública. Lo normal en otras casas reales europeas es que los miembros más jóvenes no tengan actividad oficial hasta cumplidos los 10 o 12 años, siendo siempre muy reducida.
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No es hasta los 18 años cuando aumenta su trabajo de representación. Es el caso, por ejemplo, de Isabel de Bélgica que alcanzada la mayoría de edad ya tiene un papel como heredera mientras desarrolla su formación estos meses en el ejército. En España, la princesa Leonor, de 15 años, participa en contados actos aunque ya pronunció varios discursos en los premios que llevan su nombre. En todas sus comparecencias estuvo junto a sus padres y su hermana Sofía.
Según fuentes de palacio, los Cambridge “esperan poder llevar a los chicos con ellos en compromisos reales” en 2021, siempre que esos compromisos no interfieran con su escolarización, que siguen en St. Thomas Battersea. Por otro lado, el pequeño príncipe Louis permanecerá un poco más a la sombra de las obligaciones reales. De hecho, con solo dos años, el más joven de la familia probablemente sea demasiado joven para estar presente.
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En septiembre, George conoció a sir David Attenborough, uno de sus héroes favoritos. El palacio de Kensington difundió las imágenes del encuentro. Junto al príncipe estaban sus hermanos, Charlotte y Louis. Los tres, además, participaron en un video en el que le hacían preguntas al científico. Attenborough visitó el palacio de Kensington y asistió a una proyección al aire libre de su próximo largometraje, A Life On Our Planet. George y Charlotte también participaron en los últimos meses en el reparto de comida solidaria y en algunos homenajes a los trabajadores de salud que luchan para combatir la pandemia. También acompañaron a sus padres a actos culturales. George incluso estuvo en algún evento junto a Isabel II, su abuelo y su padre.
La presencia de los hijos de los duques de Cambridge supone un soplo de aire nuevo a la monarquía británica que vivió en 2020 un año complicado a la vez que pone el foco en el eje central de la corona que pasa por la línea directa de sucesión al trono dejando como secundarios a los otros hijos de Isabel II y a los hijos de estos. 2021 será también para los Windsor un año de celebración ya que espera conmemorar los 100 años de Felipe de Edimburgo. La reina y su marido pasaron solos y protegidos las fiestas de Navidad. Eso sí, Isabel II se dejó ver por videollamadas y en su tradicional discurso de Navidad.
