En la era de las reuniones por Zoom, la habitación detrás tuyo realmente puede contar una historia, y así fue con George Clooney. En una videollamada reciente para hablar sobre su nueva película, Cielo de medianoche, Clooney señaló los estantes de la sala detrás de él, que había llenado de forma apresurada con libros y botellas de licor. “¡Esto es lo que me queda, amigo!”, dijo con la frustración actuada de un padre que les cede el reino a sus hijos. “Tomaron la oficina y la convirtieron en una sala de juegos, luego tomaron el bar y lo convirtieron en una guardería”.
Clooney pasó los últimos meses en cuarentena en Los Ángeles junto a su esposa abogada, Amal, y sus gemelos de 3 años, Ella y Alexander, mientras le daba los toques finales a Cielo de medianoche, que dirigió y protagonizó. En ese drama de ciencia ficción, Clooney interpreta a un científico que lucha por advertirle a un grupo de astronautas en el espacio que la Tierra fue devastada por una catástrofe no especificada. Desde que Clooney terminó de rodar la película a principios de este año, a nuestra Tierra tampoco le fue muy bien. En una entrevista, conversamos sobre la pandemia, la nueva era del streaming de Hollywood y del presidente saliente, a quien Clooney solía encontrarse en Nueva York cuando “era solo un perro persiguiendo chicas”.
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-Pasaron cuatro años y medio desde la última vez que protagonizaste una película, y mucho cambió en lo que respecta a los servicios de streaming: tu película se estrenará en Netflix, y Warner acaba de mover todo su catálogo de estrenos cinematográficos de 2021 a HBO Max. ¿Qué opinas de una medida como esa?
-Parece más una decisión de AT&T (empresa matriz de Warner Bros.), que no es una compañía cinematográfica. Yo estuve en Warner Bros. durante 20 años y bajo contrato con ellos, era un estudio realmente amigable con las estrellas. Pareciera que lo único que están intentando hacer es poner en marcha a HBO Max, porque no te vas a recuperar con películas como Dune que están diseñadas para ganar mil millones de dólares. Siempre asumí que las ventanas iban a irse cerrando a medida que avanzáramos, pero esto es medio loco. Sin embargo, creo que todo saldrá bien. De verdad lo creo.
-¿De verdad lo creés? Convenceme.
-La gente quiere salir de sus casas, ¡yo tengo gemelos! Además, sigue siendo una excelente manera de invitar a salir a alguien. Las comedias son geniales en las salas de cine, las películas de terror son geniales en las salas de cine. Así que no creo que desaparezcan por completo.
-Con la recaudación en taquilla fuera de la ecuación, y un servicio de emisión en continuo que no necesariamente reporta las cifras de audiencia, ¿cómo se decidirá si “Cielo de medianoche” es un éxito?
-Tenés razón, es una gran diferencia. Quizás sea algo bueno; tuve muchos fracasos. Mirá, voy a cumplir 60 este año, y tengo la dicha de estar en un set con gente que adoro, trabajando en una profesión que tengo la increíble suerte de tener. Así que supongo que eso es una especie de triunfo en medio de todo este asunto. No tuve esa suerte durante la primera parte de mi vida: tuve trabajos que odié, y vivía para los fines de semana.
-Tu personaje en Cielo de medianoche está enfocado en su carrera hasta el punto de excluir el amor y la familia. ¿Ese fuiste vos alguna vez?
-Sí, pero porque no había encontrado a la persona que me llenara por completo, que me enamorara totalmente. Salí con muchas mujeres maravillosas, pero Amal apareció y de repente fue como: “OK, esto es diferente en todos los niveles para mí”. No creo que estuviera diciendo de forma activa: “Solo me dedicaré a mi carrera y no tendré una esposa”. Esa fue la historia que se contó sobre mí, pero en verdad no era la realidad.
-Hace poco le dijiste a GQ que ”es aburrido ser solo actor”, pero seguramente a todos los directores en Hollywood les encantaría trabajar con vos. ¿Ya no encontrás proyectos que te emocionen?
-Sí los hay, pero las reglas cambiaron para mí. Tuve una racha con tres películas que fueron Un romance peligroso, Tres reyes y ¿Dónde estás, hermano?. Si me llegara alguno de esos guiones con un papel que pudiera interpretar, lo haría, pero ese tipo de guiones no son comunes. No estoy aburrido de actuar; me preocupa más la idea de que sé muy bien cómo terminan las carreras, porque lo vi: mi tía Rosemary era una cantante muy popular, y luego dejó de serlo. Las cosas cambian, lo sé. No tengo ningún interés en renunciar, pero tienes que revaluar las cosas en las que vas a ser talentoso.
-Hay un momento en Cielo de medianoche en el que tu personaje le pone un barbijo a una nena y le dice: “No te lo saques nunca, pase lo que pase”. Me imagino que ese diálogo se siente muy diferente ahora de lo que pretendías.
-La idea de que politicemos ese tipo de cosas es una locura. Si [Donald] Trump hubiera declarado desde el principio: “Todos usaremos tapabocas porque es lo correcto, y eso va a salvar muchas vidas”, todo el país lo habría respaldado, y habría sido reelegido. Pero pensó que afectaría su economía, así que decidió decir que no existía. Y ahora vamos a tener 350.000 muertos.
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-Biden dijo que una vez que Trump esté fuera del panorama, será capaz de salvar la distancia y encontrar a republicanos que estén dispuestos a cooperar con él. ¿Estás de acuerdo?
-No, no sobre eso. El mundo es diferente ahora. Es decir, Ted Cruz, ¡piensa en lo idiota que es este tipo! No me importa cuál sea tu posición política: si un tipo dice que mi esposa es horrible y que mi padre asesinó a Kennedy, nada en el mundo me convencería de decir: “Voy a defenderte”. Todos y cada uno de estos tipos tienen aspiraciones más grandes: Marco Rubio, Ted Cruz, Mike Pence, todos ellos. Creen que las personas los apoyarán porque piensan: “Me quedé con vos, Don”, pero la verdad es que no lo harán. Siguieron con Donald porque Donald, a pesar de todos sus gigantescos problemas como ser humano, es un carismático presentador de circo.
-Hay quienes sugieren que los demócratas deberían jugar a eso también y presentar candidatos como vos u Oprah Winfrey.
-Eso sería divertido, ¿no? Vaya, qué gran manera de pasar el último tercio de mi vida, tratando de lograr acuerdos con personas que no tienen intenciones de lograr acuerdos.
-Quizás no sea tan inaudito. Después de todo, Barack Obama y vos están en Netflix ahora.
-Lo que pasa es que Obama entró en razón. Acaba de entender qué es lo verdaderamente importante. (Risas).
Por Kyle Buchanan, ©2021 The New York Times Company.