Álvaro Navia y Vanina Escudero tomaron una decisión muy importante que cambiará sus vidas para siempre. Abandonaron su casa de Buenos Aires y viajaron rumbo a Uruguay, donde se instalarán definitivamente. ¿A qué se debió esta aventura? Según explicó el humorista, en su país natal lo esperan proyectos muy interesantes que no pudo rechazar, ya que marca un antes y después en su carrera profesional.
“Fue una decisión pensada, meditada con la familia. Vanina tenía muchas ganas de venir a Uruguay. Un poco por la pandemia, otro poco que se precipitó lo de mi productora en Uruguay, decidimos mudarnos, instalarnos y empezar 2021 en Uruguay. Estoy muy feliz de volver a mi país, porque me fui solo con una valija y volví con una familia. Es un paso muy importante en mi vida. Nosotros siempre nos ponemos metas, proyectos y sueños para el corto y largo plazo, y tratamos de llevarlos a cabo. Esta mudanza fue un sueño y acá estamos”, expresó en una nota con Ciudad Magazine.
Álvaro, conocido popularmente como Waldo, aseguró que del otro lado del Río de la Plata hará Polémica en el Bar en el Canal 10 de Montevideo. Gustavo Sofovich le dio los derechos y ahora surgió la posibilidad de armar una productora allá. En enero harán La Peluquería de Don Mateo, donde además de productor se pondrá en la piel del famoso personaje.
El artista se refirió a las posibilidades laborales que involucran a su mujer, quien tal vez se lleve la parte más difícil de este traslado: “Vanina tiene varios proyectos acá, por supuesto siempre ligados a la danza y a la arquitectura, porque además ella es arquitecta. Ya ha tenido propuestas para empezar a trabajar. Yo quiero que trabaje conmigo en TV, pero ella por ahora no quiere”.
Por último, Navia comentó que pasará Año Nuevo con sus seres queridos en su tierra, pero que apenas pueda viajar regresará a Buenos Aires para reencontrarse con sus amigos y Silvina Escudero, que está muy triste con la decisión que tomaron.
Un golpe para las Escudero
En junio, las hermanas Escudero anunciaron la noticia más dolorosa. Tuvieron que cerrar su escuela de danzas porque quedaron en quiebra debido a la pandemia, y la angustia las invadió por completo. El alquiler, los sueldos y demás gastos se volvieron insostenibles para las bailarinas sin el ingreso de las cuotas de los alumnos, y nos lo quedó otra que decir “adiós”.
“Quiera Dios que cuando esto termine podamos reabrir en el mismo lugar, o en otro. Danzas Escudero tenía un lugar muy espacioso en pleno Martínez, con muchísimos metros cuadrados, y se nos hizo insostenible”, lamentó la morocha en aquel entonces.
