¿Qué pasó con Sofía Loren? La pregunta viene a colación de La vida ante sí, la película dramática que se estrenó hace unos días en streaming. La estelariza la gran actriz italiana que alguna vez fue la personificación del glamour internacional. Da la casualidad de que su primer largometraje desde una película para televisión que hizo hace 10 años combina su pasión por el cine con la otra gran pasión de su vida: su familia. Loren, quien ahora tiene 86 años, desde hace mucho le ha dado prioridad a su familia por sobre su carrera, pero con el nuevo film dramático, mezcla ambos, ya que el director y coescritor es Edoardo Ponti, su hijo menor.
En La vida ante sí, la tercera colaboración de Loren con Ponti, la actriz interpreta a una sobreviviente italiana del Holocausto, llamada Madame Rosa, que le da refugio a un huérfano senegalés, Momo (Ibrahima Gueye), con quien llega a formar un vínculo emocional. El mensaje de tolerancia de la película la llevó de nuevo a la actuación, pero esa necesidad de tener una conexión personal con su trabajo también la hizo quisquillosa respecto a los proyectos que elige, dijo, en su inglés oxidado. Y si bien Loren, una ganadora del Oscar, no dejó de influir en la cultura pop de la actualidad, afirmó que no sentía presión por seguir todas las tendencias.
En una entrevista telefónica desde su casa en Ginebra, Loren habló sobre envejecer con gracia, ser dirigida por su hijo y algunos de sus papeles favoritos.
-Usted empezó a hacer menos películas desde 1980, siete años después del nacimiento de Edoardo y 12 tras el de Carlo Jr, su hermano. ¿Por qué decidió hacer menos papeles?
-En ese momento, me pregunté, “¿Qué quieres de la vida, Sofía?”, y me dije, “Quiero una linda familia”, que sí tenía. “Quiero dos hijos”, que sí tenía. “Pero nunca los veo”. Así que me dije a mí misma, “A partir de ahora, quizá trabaje un poco menos”. Pero no dejé de trabajar tanto: simplemente ya no trabajaba. No porque no me encantara mi trabajo, lo que yo quería era conocer más a mi familia, porque muchas veces me la vivía en el estudio. De verdad me sorprendí a mí misma cuando me dije, “Sofía, es mejor que dejes de actuar por ahora y te pongas al corriente después”. Dejé de hacer películas mucho tiempo, pero estaba muy feliz porque estaba viendo a mis hijos crecer, casarse y tener a sus propios hijos.
-¿Qué tipo de guiones le mandan ahora?
-Todavía me mandan muchos, pero ninguno me habló como lo hizo La vida ante sí. Por eso no trabajé durante casi 10 años. Quería encontrar un papel que realmente me inspirara y retara. Madame Rosa fue ese personaje, no solo por sus emociones únicas y en ocasiones contradictorias, sino también por el mensaje de tolerancia, amor e inclusión que ofrece la película.
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-A veces se describe a sí misma como una “perfeccionista”, y puesto que La vida ante sí es su tercera colaboración con Edoardo, ¿se hizo más fácil que su hijo la dirija?
-Soy perfeccionista, pero él también lo es. Edoardo me da seguridad. Y no desiste sino hasta que le dé absolutamente mi mejor actuación. No se conforma con nada menos que eso, y conoce con precisión qué botones presionar para que yo reaccione de cierta manera. Cuando Edoardo dice, “Con esta quedó”, luego de que filmamos una escena, sé que mi actuación fue exactamente lo que él esperaba. Esa es una sensación maravillosa para una actriz, porque estás segura de lo que haces.
-¿Qué le enseñaron directores como Vittorio De Sica?
-De Sica me enseñó a ser leal a mí misma, a seguir mis instintos, no una tendencia. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero eso es importante. Tenía 17 años cuando conocí a De Sica. Conocer a De Sica… era como un santo para mí, el director más importante del mundo. Y me quería ver: “Ah, eres de Nápoles, tengo algo para ti”. Así es como comenzó mi carrera en el cine, con Vittorio De Sica.
-¿Está al tanto de lo que pasa en el cine o la televisión contemporánea?
-En la televisión casi siempre veo las noticias, pero sí me gustó especialmente The Crown.
-En su autobiografía, “Ayer, hoy y mañana”, usted describe su carrera artística como una “temporada impresionante del cine italiano de la que tuve el honor y el privilegio de vivir en carne propia”. ¿Las películas y cineastas italianos de la actualidad no le interesan tanto?
-Ya no veo muchas películas o series, pero debo decir que ver la obra de Matteo Garrone y Paolo Sorrentino es un placer, ¡y además ambos son napolitanos!
-Hizo un poco de doblaje de voz en 2011, interpretando a Mama Topolino para el doblaje en italiano de Cars 2. ¿Cómo fue esa experiencia?
-No había visto muchas películas animadas, así que no sabía qué esperar de ese papel, pero debo decir que esa es una de las películas favoritas de mis nietos.
-¿Se considera a sí misma una persona religiosa o espiritual?
-Claro que lo soy. No voy a misa, pero sí creo en Dios. Rezo en privado.
-¿Envejecer con gracia es algo en lo que usted piensa?
-Si aceptas el proceso de hacerte grande y vives en el presente, entonces estás envejeciendo con gracia.
-Usted dijo que admira mucho a Daniel Day-Lewis, con quien actuó en Nine. Ahora que él se retiró de la actuación, ¿quiénes son sus actores y actrices favoritos de la actualidad?
-De todos modos me gusta mucho, sin importar si trabaja o no. Es un gran actor y siempre admirable. ¡También me encanta Meryl Streep! Es una gran actriz.
-¿Qué consejo le daría a una joven actriz?
-No hay nada que se pueda decir. Si decides que tienes que ser una actriz, es porque es algo que amas, entonces tienes que hacer lo que te enseñe tu mente, ponerte en una situación en la que solo pienses en tu vida como actriz. Ya luego verás si te casas o no. La vida no es una sola cosa, son muchas cosas y, a veces, tantas cosas a la vez.
-¿Cuáles son sus actuaciones de las que se siente especialmente orgullosa?
-Mi papel en Dos mujeres significa mucho para mí [Sofía Loren ganó un premio de la Academia en 1962 por esta película de De Sica en la que interpreta a una madre soltera en dificultades durante la Segunda Guerra Mundial], pero también el papel que interpreté en Un día muy particular [como un ama de casa que se vuelve más compasiva tras enterarse de que su vecino es gay]. Todo depende de la historia, y de la perfección de directores como De Sica. Me encantó trabajar con él, así como las películas que hice con Marcello Mastroianni.
-¿Quisiera seguir actuando?
-Si me gusta actuar, ¿por qué debería parar?
Por Simon Abrams, ©2020 The New York Times Company.