Fredy Villarreal la pasó muy mal por el coronavirus. Los primeros síntomas fueron muy leves pero con el correr de los días todo se complicó. Empezó a tener dificultades para respirar y tuvo que ser internado en una clínica de Belgrano, donde le dieron oxígeno. A casi un mes de haber recibido el alta, el humorista le dio una nota a Intrusos y sorprendió con una revelación.
El ex Videomatch dejó a todos sin palabras al contar cómo cree que se contagió el COVID-19. “Esto es para un sketch. Pero vino un plomero a casa y los dos chupamos la misma manguerita. Se me rompió el hidromasaje, me empezó a perder agua por el techo de la cocina. Entonces, cuando vinieron desconectaron el hidromotor que tiene una manguerita que es de pulsación de aire. Le dije que tenían que volver porque cuando soplaba la manguerita arrancaba el motor, vino, sopló y se fue al baño a tocar el botón. A los tres días me llamó y me dijo que no podía volver a casa porque tenía covid”, expresó.
El actor también sorprendió al detallar la charla que mantuvo con su médico cuando su salud comenzó a complicarse. Le preguntó qué posibilidades tenía de vivir y el profesional le fue muy sincero: “50 y 50”.
“Estuve once días con fiebre delirante y casi cuatro sin poder dormir. Estoy volviendo a vivir, siento que se incorporó una misión más a mi vida. La muerte me quiere alcanzar pero no puede. Ahora estoy de vuelta en casa con mi familia y con trabajo. Esta es una enfermedad solitaria, y hay muy poco contacto humano”, precisó.
Por último, Fredy Villarreal reconoció que le quedaron secuelas, ya que le sigue faltando el oxígeno de vez en cuando.
El posteo que conmovió a sus seguidores
Cuando salió de terapia intensiva, publicó un estremecedor mensaje en sus redes, que reflejó la lucha contra la enfermedad que ya se cobró la vida de miles de personas.
“Primero supe que estabas amenazante. Luego lanzaste toda tu furia de fuego para ver con qué podías vulnerarme, y te hice frente con hidalguía. Empezaste a quemarlo todo alrededor, mientras corría a refugiarme herido, atacado y cansado, salvando lo que tenía a mi alcance. Hasta que tuve que esconderme de tu frenética destrucción, feroz con quien te desafía. Pero en un momento, me perdiste de vista. Tirado en el piso, desnudo y en el piso caliente, vi cómo destruiste todo. Como quemaste todo, sin ver porque tus llamas enceguecidas no dejan de jactarte de tu frenética destrucción. Solo querías ver a quién ganabas y no lo que ganabas. Tan bajo me siento haber caído, tan en el fondo, desbastado, que el solo hecho de pensar en no caer más, me eleva", dijo con la emoción a flor de piel.