The Third Day es una serie diferente, con una estética difícil y una historia por momentos atroz. Un irreconocible Jude Law como Sam, atravesado por el dolor de haber perdido un hijo, camina por un bosque y un encuentro inesperado va a llevarlo a la isla Osea, en la costa este de Inglaterra. Se trata de un lugar de acceso muy restringido puesto que el único camino de entrada y salida desaparece cuando sube la marea: es decir que tiene horarios específicos. En la isla vive una comunidad que no mantiene contacto con el exterior y sigue fielmente las antiguas tradiciones celtas.

Cuando llega Sam, los isleños estaban en vísperas de un festival que celebran anualmente en homenaje a los dioses y al que son bienvenidos los forasteros. La gente lleva unos disfraces y máscaras bastante terroríficas y ensayan bailes arcanos. Los habitantes en general se muestran hostiles con el recién llegado, con la excepción de los dueños de la única hostería, los Martin (Emily Watson y Paddy Considine) que se muestran cordiales y convencen a Sam de quedarse en la isla y disfrutar, si puede decirse así, del festival.
El hombre vive atormentado por su duelo y ciertos misteriosos contratiempos -presuntamente le han robado mucho dinero- y de a poco va dejándose convencer: decide quedarse al menos el fin de semana. El clima general de la historia es ominoso, la fotografía pasa de la extrema saturación a las sombras del blanco y negro. Al principio no se comprende demasiado lo que ocurre y por qué Sam no escapa cuando puede hacerlo, lo cual incrementa la inquietud que provoca el relato, pero a medida que avanza la historia los hechos comienzan a tener sentido.

La miniserie cuenta con seis episodios de una hora cada uno y se divide en dos partes con diferentes protagonistas, guionistas y directores. Todo en la isla es opresivo y abominable. Las casas se ven derruidas, cubiertas con grafittis monstruosos, la gente es violenta o está ebria o miente con descaro.
Los primeros tres episodios, “Verano”, siguen a Sam y sus demonios, incapaz de comprender la naturaleza esotérica del lugar y hundido en sus propias pesadillas. Los finales, “Invierno” presentan a Helen (Naomie Harris) y sus dos hijas de unos nueve y 13 años respectivamente, que llegan a la isla al parecer con la intención de celebrar el cumpleaños de la adolescente. La isla es una pesadilla también para ellas, que padecen el maltrato de los habitantes y en cierto modo desespera al espectador que no comprende qué las retiene en ese lugar siniestro. No es una serie para todos los gustos.

Con producción de Brad Pitt, los creadores son Dennis Kelly -responsable de Utopía- y Felix Barrett. Es una realización de HBO y puede verse por Flow.