Uno de los actores más carismáticos del cine murió este fin de semana, a los 90 años. Sean Connery fue el primer James Bond, el agente 007, el espía británico más famoso. Su estilo de vida cobró cierta relevancia en los últimos días ya que el intérprete estaba retirado del mundo del espectáculo desde hacía tiempo. Si bien vivía en Bahamas, en un momento pasó sus días en una impresionante mansión en Francia.
// Sean Connery, el primer James Bond, murió a los 90 años
La extensa propiedad está ubicada en una ladera con vista al mar en Niza y el costo en el que hace unos meses la puso en venta la inmobiliaria de lujo Knight Frank es descomunal: 34 millones de dólares.
De acuerdo a la descripción de la revista especializada en mansiones Mansion Global, la casa está inspirada en la arquitectura que explotó durante la famosa Belle Époque, a la vez que tiene jardines paradisíacos que se extienden hacia el mar y dos piletas, una interna y otra externa. El lugar, además, se usó en algunas escenas de la película de Bond, Nunca digas nunca jamás de 1983.
La casa tiene un giro contemporáneo por dentro, con un gimnasio construido debajo del lugar principal. En el mismo nivel en el que está la pileta techada hay un comedor y está la cocina más grande. La pileta externa es de agua salada y, cerca, hay dos casas de huéspedes independientes.
La mansión principal, como el resto de la propiedad, es una mezcla de lo antiguo y lo nuevo, con detalles de época, como pisos de madera de tablones anchos y ventanas de vidrio de piso a techo contemporáneas y un ascensor. Tiene cinco habitaciones distribuidas en los cinco niveles de la casa, incluida una suite principal con balcón privado y dos habitaciones similares más con baño.
Por más que el actor se desprendió de la propiedad hace tiempo, la mayoría de los lugareños identificaban a la casa como “el lugar de Sean” porque durante muchos años pasó los veranos allí. Luego, se enamoró de Bahamas y se olvidó del resto del mundo.
Connery tenía 90 años y murió tras haber sufrido durante los últimos años demencia senil. "No era vida para él. En los últimos tiempos no era capaz de expresarse. Al menos murió mientras dormía, de forma absolutamente tranquila. Estuve con él todo el tiempo y simplemente se fue. Eso era lo que él deseaba”, expresó su mujer Micheline Roquebrune, en una entrevista con el Daily Mail.
