En este viaje, Mario Markic nos propone conocer más. Adentrarse en la frondosa selva para descubrir lugares escondidos como la casa que perteneció a la familia Bemberg. Un refugio que parece estar inmerso en una burbuja donde solo se respira paz e invita a disfrutar el tiempo.
Las viejas recetas que se transmiten de generación en generación también son parte de la travesía. Deleitarse de las comidas típicas de la zona, aquella creada por los trabajadores rurales o descubrir la manera en que los guaraníes preparaban los primeros mates.
Para finalizar, otro de los imperdibles que tiene la provincia. Recorrer la ruta de los saltos y sus leyendas. Imponentes caídas de aguas que surgen en medio de la vegetación o que se presentan como una aventura al navegarlas como sucede en Moconá.