El Gobierno, representantes de la comunidad mapuche, legisladores de la oposición y la Iglesia realizaron hoy en Bariloche una mesa de diálogo para resolver el conflicto en Villa Mascardi luego de que Prefectura mató a Rafael Nahuel en un operativo en la Lof Lafken Winkul Mapu.
Entre el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y Lof Lafken Winkul Mapu existe, sin embargo, un punto innegociable. El INAI solicitó, como pretende el Ministerio de Seguridad, que abandonen el territorio ocupado, pero los mapuches avisaron que continuarán en su "tierra sagrada".
En el acta firmado por las partes, más que un principio de acuerdo, se reflejaron las exigencias de cada una. Los mapuches solicitaron quedarse en el lugar hasta solucionar el conflicto, la "desmilitarización" de la zona, el fin de la "criminalización" de la protesta y la liberación de los detenidos.
El INAI, en cambio, le exigió a los mapuches retirarse del terreno ocupado en el Parque Nacional Nahuel Huapi y que estén "sujetos a derecho", es decir, que respondan penalmente por las imputaciones abiertas en el juzgado federal de Bariloche que subroga Gustavo Villanueva.
Las partes se reunirán de nuevo mañana a las 11 de la mañana. De la mesa formaron parte el referente del Movimiento Evita, diputado Leonardo Grosso, el diputado electo de Unidad Ciudadana, Horacio Pietragalla, y el diputado provincial de Neuquén del Frente de Izquierda (FIT), Raúl Godoy, entre otros observadores.
El Gobierno, en paralelo, armaría otra mesa estratégica, pero con los gobernadores de Chubut, Mariano Arcioni, de Río Negro, Alberto Weretilneck, y de Neuquén, Omar Gutiérrez, para establecer un protocolo anti RAM para evitar nuevas tomas en la Patagonia.
