Con la inclusión social como eje, el gobernador bonaerense Daniel Scioli se reunió con un grupo de obispos de diócesis de la provincia con quienes dialogó, entre otros temas, sobre seguridad, pérdida de puestos de trabajo y tratamiento de adicciones como la drogadicción y la ludopatía.
Por el lado de la Provincia el secretario general de la Gobernación, Martín Ferré, afirmó que durante la reunión realizada en Casa de Gobierno "se repasó la agenda social que se está desarrollando" y que "cada ministro (del gabinete) expuso los temas de su área". El funcionario destacó que se trabajó principalmente sobre "educación, salud, minoridad y seguridad en el marco de la emergencia, enfocados desde la inclusión". "El balance es muy positivo, con un apoyo permanente al diálogo con nuestra provincia, que es de gran importancia".
Por su parte el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Fressia, consideró que la reunión sirvió para "escucharnos mutuamente, analizar las dificultades que se nos presentan y para poder seguir avanzando, siempre con la respetuosa autonomía de los ámbitos". Fressia destacó además la actitud de "apertura" de Scioli, "con quien (dijo) podemos hablar siempre y mantener una comunicación permanente, desde hace tiempo".
En tanto la agencia informativa AICA, que indicó que el cónclave se desarrolló "en un clima ameno", remarcó que uno de los temas que presentaron los obispos fue el de la seguridad. En este sentido, de acuerdo a la agencia, los obispos advirtieron sobre la falta de efectivos en algunas zonas del conurbano.
Por el lado del Ejecutivo provincial, el ministro de Seguridad del distrito, Alejandro Granados, presentó los avances que realizan desde que el gobernador bonaerense decreto la emergencia en la materia, y adelantó información sobre los programas y equipamientos que se incorporarán.
En este orden, también fue parte del diálogo la búsqueda de soluciones habitacionales, tanto en viviendas para familias como para los internos de las cárceles provinciales. Por otro lado manifestaron su preocupación por la pérdida de puestos de empleo, el trabajo precarizado y la actividad informal.
Otros de los temas sobre los que se dialogaron fueron, en el marco de la preocupación de la Iglesia por la inclusión social, el tratamiento de las adicciones, el combate de la drogadicción y la adicción al juego –ludopatía-. En este sentido, los obispos remarcaron la necesidad de trabajar en la reinserción del drogadicto y el trabajo con personas recuperadas.
La falta de pago de subsidios a colegios confesionales y el congelamiento del arancel de las becas UDI (Unidad de Desarrollo Infantil), por último, fue otra de las problemáticas abordadas por el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, y el obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera. Ambos prelados acordaron reunirse con funcionarios de la cartera de Desarrollo Social para dialogar sobre esta cuestión.
Durante el encuentro, se agasajó al obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Héctor Cardelli, por la reciente inauguración del santuario de la Virgen del Rosario de San Nicolás, a quien el Papa además envió una carta. Finalmente, se brindó por el papa Francisco. Los presentes manifestaron su deseo de que logre sus objetivos en torno a la paz entre israelíes y palestinos.
Del encuentro participaron además los arzobispos de La Plata, monseñor Héctor Aguer y de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani y los obispos Gabriel Barba (Laferrere), Antonio Marino (Mar del Plata) y Fernando Maletti (Merlo-Moreno). También Martín de Elizalde (Nueve de Julio), Carlos Tissera (Quilmes), Oscar Ojea (San Isidro), Héctor Cardelli (San Nicolás), Oscar Sarlinga (Zárate-Campana) y los obispos auxiliares de La Plata, Nicolás Baisi y Alberto Bochatey.
