Las miradas siguen fijas sobre Julio De Vido. La oposición vuelve a apuntar al Ministro de Planificación Federal por el caso Schoklender: lo señalan como responsable de vigilar las obras realizadas por la Fundación Madres de Plaza de Mayo con dinero del Estado y presentarán pruebas para ampliar la denuncia judicial.
Esta se trata de una pestaña más de las repercusiones que tiene el escándalo que involucra a la Fundación. Ayer, se reveló la existencia de dos contratos que confirman la acusación de Fernando Sánchez, legislador de la Coalición Cívica, quien explicó que “no se han difundido ni los convenios para la construcción de viviendas ni las licitaciones”.
Sánchez fue uno de los que denunciaron en la Justicia a Sergio Schoklender por su incremento patrimonial. "Ahora estamos a la espera de que la Ciudad nos informe cómo fueron los convenios que firmó", señaló. Y aclaró: "Con esos convenios podremos ampliar la denuncia".
Pese a que De Vido y el subsecretario de Obras Pública, Abel Fatala, intentaron despegarse de este escándalo, no lo consiguieron con éxito. De Vido le mandó un "changuito con documentación" al juez Marcelo Martínez de Giorgi que incluía todas las obras financiadas por las Madres. Fatala, por su parte, dijo que no tenían trato "directo con las Madres", pero sí con las “jurisdicciones” municipales o provinciales que arman proyectos con la Fundación.
Ahora, ambos funcionarios son investigados por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público. Horario Alcuaz, diputado del GEN y miembro de la comisión de Vivienda, reconoció que “el Gobierno no puede eludir su obligación de auditar las obras y el destino de los fondos”.
Tras la publicación de Clarín, el funcionario salió a responder a través de la agencia oficial, Télam: "La única responsabilidad de la cartera a mi cargo era controlar que los ladrillos se pongan en la obra, ése es el momento en que se envían los fondos".
El abogado de las Madres, Eduardo Barcesat, admitió que los fondos enviados por el Ministerio de Planificación Federal deberían haber tenido “un control más severo”. “Esta es la parte que falló del proyecto” (en referencia a “Sueños Compartidos”), concluyó en declaraciones radiales.
