Fue el primero en recibir la confirmación de la información menos deseada. El embajador en Austria, Rafael Grossi, fue el primer funcionario del Gobierno en tomar conocimiento de parte de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares del "evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear, consistente con una explosión" en el submarino ARA San Juan.
Grossi, como miembro, alertó -según Perfil.com- a la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares sobre la búsqueda del ARA San Juan. La Organización posee un sistema con radares, micrófonos submarinos y estaciones terrestres que le permite identificar explosiones nucleares y no nucleares en 89 países.
A las 10,15 hora local de hoy, el embajador Grossi le comunicó la triste novedad al canciller, Jorge Faurie, quien a su vez se la contó al ministro de Defensa, Oscar Aguad. Este diplomático argentino es una de las voces más autorizadas en asuntos nucleares a nivel mundial.
Grossi, exnúmero dos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), estuvo varias veces en Corea del Norte y en Irán como experto en cuestiones de desarme en los intentos del organismo para que el régimen de Kim Jong-un y de Mahmud Ahmadineyad avancen en una política de no proliferación de armas nucleares. Grossi se recibió en Ciencias Políticas en la UCA y luego logró un doctorado en Relaciones Internacionales, Historia y Política.
Grossi era uno de los números puestos para presidir el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y reemplazar al japonés Yukiya Amano, quien logró su tercer mandato consecutivo al frente del organismo. Sin embargo, este especialista en asuntos nucleares vio trunca la posibilidad de convertirse en director general luego de que el Gobierno evitara postularlo al cargo.
