Horacio Quiroga, encontrado muerto en el baño de su departamento en Recoleta, fue hasta noviembre de 2010 presidente de Epsur SA y Mishar SA. Se trata de dos empresas de Lázaro Báez dedicadas al petróleo, que ganaron en 2008 concesiones en el sur pero que no habrían contado con fondos para llevar adelante las inversiones.
"El dinero llegó al quinto piso. Había una mesa, un escritorio. Lo trajeron tres tipos. Había siete millones. Era el cálculo que teníamos de lo que iba a costar lo del pozo. Se la llevaron al sur y no la contabilizaron", le contaba Quiroga a Periodismo Para Todos en 2013. El empresario relataba así cómo cómo un día llevaron a la oficina donde él trabajaba siete millones de dólares de Néstor Kirchner para un proyecto petrolero para Báez.
Quiroga fue hallado muerto dentro de la bañera del departamento que habitaba en Callao 1150, en Recoleta. Al momento de su muerte el hombre estaba en el domicilio junto a su hijo de 12 años. El cuerpo presentaba un golpe en la cabeza y la carátula de la investigación es "muerte dudosa".
LA DECLARACIÓN DE QUIROGA
"Las indicaciones y órdenes las recibía Báez de Néstor Kirchner", había dicho Quiroga ante el escribano Emiliano Coto en la casa de la diputada nacional Elisa Carrió, en 2013. El exempleado de Báez había declarado además ante los jueces federales Sebastián Casanello (que investiga "la ruta del dinero K") y Julián Ercolini.
Como titular de "Epsur" Quiroga también dijo que Austral Construcciones -la firma emblema de Báez- había obtenido una licitación para una central termoeléctrica en la localidad de Barranqueras, Chaco y contaba con presupuesto aprobado por el Congreso.
"Este proyecto finalmente no se ejecutó: no sabemos el destino de la partida presupuestaria tras la negativa del Ministerio de Planificación de la Nación. Tal negativa, según me lo manifestó el señor Baratta, fue orden del Ministro (de Planificación) Julio De Vido", había declarado Quiroga en referencia a Roberto Baratta, exsubsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación.