El gremio de peones de taxis se quedó sin su histórico líder: Omar Viviani presentó su renuncia luego de 37 años de mandato. Jorge Luis García, secretario adjunto, asumirá la conducción.
Según confirmaron sus allegados a Télam, Viviani tomó la decisión por "cansancio" y "decepción" ante la realidad de su sector. A eso se suma "el seguro avance de una ley que legalizará las aplicaciones Uber y Cabify, lo que menguará aún más los puestos de trabajo".
El dirigente había anticipado a sus íntimos que presentaría formalmente la dimisión a sus cargos de secretario general en el Sindicato de Peones de Taxis (SPT) y la Federación del sector (Fepetax) el próximo miércoles 5, pero adelantó su determinación y se retiró de la actividad gremial.
// El sincericidio de un taxista al ver personalmente a Guido Kaczka
Las mismas fuentes señalaron que Viviani estaba al tanto de la sanción de una ley que legalice a Uber y Cabify que, admitieron, "es inevitable, a la corta o a la larga". Además explicaron que durante el gobierno de Mauricio Macri, entre 2015 y 2019, el sindicato de taxistas sufrió la pérdida de 40 mil afiliados en todo el país, lo que "se agravaría sobremanera si esa ley fuese sancionada".
Su salida se produce además en un escenario complicado para los taxistas a raíz de la pandemia de coronavirus, que le provocó al gremio una significativa caída en su facturación.
Viviani lideraba al gremio desde el regreso de la democracia, en 1983. Luego de ganar las elecciones en diciembre último, reasumió en marzo de este año y tenía mandato hasta 2023.
Una vida sindical con alianzas y polémicas
Viviani tuvo un estrecho vínculo con Hugo Moyano, lo que posibilitó también su ascenso dentro de la jerarquía de la CGT con Néstor Kirchner en la presidencia y el camionero liderando la central obrera.
Sin embargo, la relación tuvo una ruptura cuando Moyano decidió dejar de respaldar a Cristina Kirchner a partir de su segundo mandato iniciado en diciembre de 2011 y Viviani, en desacuerdo con esa postura, se mantuvo en la facción cegetista cercana a la entonces mandataria. Con los años recompusieron el vínculo y últimamente se habían mostrado juntos.
A lo largo de su trayectoria, Viviani estuvo en medio de polémicas. En 2017 recibió críticas por haber exhortado a "dar vuelta" los taxis de aquellos choferes que se negaran a adherir a un paro que la CGT había convocado contra el Gobierno de Macri.
A raíz de ese hecho, el gremialista debió realizar trabajos comunitarios en una iglesia porteña y hacer un curso sobre derechos humanos para evitar que se elevara a juicio una causa que se le abrió en su contra por "amenazas agravadas", "instigación a cometer delito" y "delito contra la libertad de trabajo".
