Algunos con carteles contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), otros con mensajes contra el Gobierno. Miles de personas finalmente llegaron a la Plaza de Mayo tras cinco días de marcha desde diferentes puntos del país. La consigna: "Tierra, techo y trabajo".
// Marcha Federal: masiva convocatoria a Plaza de Mayo con duras críticas al Gobierno
De norte a sur, de este a oeste, los organizadores armaron cinco grandes columnas: La Quiaca (Jujuy), Posadas (Misiones), La Rioja (La Rioja), Bariloche (Río Negro) y Ushuaia (Tierra del Fuego).
Desde Rosario llegó Juan Grabois, el amigo del papa Francisco: "La Argentina va a ser inviable con un nuevo ajuste sobre la clase media, los trabajadores y los pobres", criticó. Y, ya de espaldas a la Casa Rosada, advirtió: "La gente se va a rebelar".
Desde La Plata, el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, marchó junto a los docentes bonaerenses, se subió a la tarima de la histórica plaza y lanzó: "Las dos CTA resolvió un paro general de actividades para la semana que viene".
En ese sentido, los jefes de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, y de la CTA de la Argentina, Hugo Yasky, también diputado de Unidad Ciudadana (UC), reforzaron la idea de un paro general que incluya a la central más importante del país: la CGT. Pablo Moyano, líder de los camioneros, estaba a su lado.
En representación de los sectores sociales hablaron hacia la multitud Juan Carlos Alderete (Corriente Clasista y Combativa), Daniel Menéndez (Barrios de Pie), Esteban Castro (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) y Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz).
La mirada de la mayoría sobre el Gobierno era la misma: la necesidad de, como dijo el canillita Omar Plaini, "cambiar 180° el trazado económico".
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, había realizado una conferencia de prensa a la mañana, pero para anunciar un nuevo objetivo sobre la meta del déficit fiscal: un ahorro de $ 20.000 millones por año que implica, entre otras cosas, la suspensión de ingresos de empleados a la Administración Pública Nacional (APN). Los trabajadores de esa cartera, en rechazo, hicieron un ruidazo en el Palacio de Hacienda. El anuncio, entonces, fue en la Casa Rosada.
Mientras la Plaza de Mayo se llenaba, Mauricio Macri mostró su agenda oficial en las redes sociales: en Salta primero conoció a gendarmes que realizaron un operativo antidrogas. Allí estuvo con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El Presidente, luego, también en esa provincia, encabezó la reunión de la Mesa de Energías Renovables. Lo acompañaron el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el de Transporte, Guillermo Dietrich.
En Buenos Aires, tras dar un fuerte mensaje, los manifestantes se desconcentraron con un doble deseo: haber sido escuchados por el Gobierno o, al menos, por la CGT.
