Ninguna persona que haya rodeado a Alberto Nisman los días antes de su muerte puede dormir tranquila. En menos de dos semanas murió un expolicía que tenía que declarar en la causa y la modelo Florencia Cocucci, vinculada sentimentalmente al fiscal, denunció que fue extorsionada con la difusión de un supuesto video íntimo. Los puntos oscuros en el expediente, que está en constante ebullición tras pasar al fuero federal, no dejan de aparecer.
El abogado de la modelo vinculada a Nisman, Omar Saker, contó a TN que su clienta denunció a su exmanager, Leandro Santos, por "extorsiones y amenazas". Según dijo, su exrepresentante le aseguró que si contaba lo que sabía sobre Nisman publicaría el video. Pero hay más. El defensor detalló que la modelo desde marzo recibe amenazas de muerte, llamados telefónicos y le sugieren que tiene que irse del país.
La pesadilla parece no tener fin. Hace dos meses llegan a la puerta de su casa efectivos de la Policía Federal y Bonaerense. "La convocan a supuestas citaciones que no existen, por causas que no existen", contó el letrado.
LA PESADILLA DE LOS TESTIGOS CLAVE
Todo indicaría que quienes intimidan a la modelo a través de efectivos de la Policía no responden solo a Leandro Santos. Y es que, a pesar de que su abogado lo niega, Florencia Cocucci sería un testigo clave en la causa que investiga la muerte de Nisman.
La modelo marplatense de 27 años habría conocido al exresponsable de la causa AMIA en un boliche y poco después compartieron un viaje a México. Incluso habrían cenado juntos el 27 de diciembre -pocas semanas antes de la muerte de Nisman- en el departamento de la torre Le Parc, donde el 18 de enero apareció el cuerpo de Nisman.
La causa no para de sumar episodios oscuros. Héctor Osvaldo Goncalvez Pereyra, el expolicía que tenía que declarar en el expediente, fue asesinado por piratas del asfalto el 19 de Septiembre.
Al igual que Cocucci, se trataba de una persona con mucho que aportar a la Justicia: su nombre aparece en la lista de entrecruzamientos telefónicos del día en que apareció muerto Nisman. El hombre habría intercambiado llamados con el exespía Antonio Jaime Stiuso y el custodio de Nisman, Luis Ismael Miño.
Goncalvez Pereyra era el dueño de uno de los teléfonos que se activaron el mediodía del domingo 18 de enero de 2015, cuando todavía no se sabía que el exfiscal de la causa AMIA estaba muerto con un tiro en la cabeza en el baño de su departamento. Su abogado, Alfredo Oliván, relató en TN que el exagente, dos días antes de su asesinato, "estaba inquieto y temía por su vida".
Aunque no hay pruebas que indiquen que la muerte haya estado vinculada al papel fundamental que ocupaba Goncalvez Pereyra como testigo en la causa, el hecho es, al menos, inquietante.
El exespía Antonio Jaime Stiuso abandonó el país y se fue a vivir a los Estados Unidos luego de declarar por primera vez en la causa tras la muerte del fiscal. En febrero, el exdirector de Operaciones de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) le aseguró a la jueza Fabiana Palmaghini que "el kirchnerismo trató de simular un suicidio".
La exesposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, y sus hijas, Iara y Kala Nisman, están custodiadas por más de diez efectivos de la Policía Federal. Otra prueba contundente del clima sombrío que rodea al entorno del exfuncionario judicial.
AVANCE EN LA INVESTIGACIÓN
El derrotero judicial en el caso por la muerte de Alberto Nisman sufrió un nuevo cambio la semana pasada, cuando la Corte Suprema de Justicia resolvió en un fallo unánime que su voluminoso expediente pase a la Justicia Federal. Ahora, el juez que determinará si el funcionario judicial se suicidó o lo mataron será Julián Ercolini. Tendrá que apoyarse en la investigación del grupo de fiscales conducido por Eduardo Taiano.
