Los investigadores de la Policía Federal (PFA) estacionaron un Volkswagen Vento en la vereda izquierda de la Plaza de los dos Congresos, ubicaron a Juan Jesús Fernández en el asiento del conductor y a Juan José Navarro Cádiz en el lugar del acompañante. Así iniciaron la segunda reconstrucción del doble crimen del diputado Héctor Olivares y el asesor Miguel Yadón.
Esta reconstrucción fue la más importante porque, a diferencia de la primera, estuvieron presentes los dos acusados para sostener sus defensas ante el juez Mariano Iturralde y la fiscal Estela Andrade, según le confirmó una fuente con acceso al expediente a TN.com.ar.
Así, el juez y la fiscal comenzaron el miércoles por la mañana la última etapa de la investigación por el doble crimen del Congreso cometido por uno de los dos acusados ante la mirada pasiva del otro el jueves el 9 de mayo de 2019 a las 6.51 de la mañana.
TN.com.ar pudo saber que Fernández y Navarro Cádiz repitieron en la escena del doble crimen lo mismo que sostuvieron en las declaraciones indagatorias: los procesados se acusaron mutuamente por los asesinatos de cinco disparos de Olivares y Yadón.
El juez y la fiscal ordenaron el miércoles una última medida de prueba para terminar por decretar los grados de responsabilidades: les pidieron a los peritos balísticos de la PFA que determinen la trayectoria y la distancia de los disparos para saber si salieron del asiento del conductor, por Fernández, o del lugar del acompañante, por Navarro Cádiz.
Tras la reconstrucción, una alta fuente de la investigación explicó ante TN.com.ar: "Cualquiera de los dos pudo haber disparado, pero el otro no hizo nada para evitarlo". Esa diferencia en el grado de autoría, aclaró la fuente, será crucial una vez llegado el debate oral, pero no para la investigación, que justamente podría elevarse a juicio en marzo.
El juez Iturralde procesó el año pasado a Fernández y Navarro Cádiz como "coautores criminalmente responsables del delito de doble homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía y por placer como así también por el uso de arma de fuego con el delito de portación de arma de guerra sin la debida autorización legal".
El arma del doble crimen, una Bersa Thunder calibre 40 con mira láser, los detectives de la PFA la encontraron escondida en un mueble de una casa ubicada en la calle Montevideo 76. Allí vivía Navarro Cádiz y su mamá.
