La manifestación convocada por Hugo Moyano, para el próximo 21 de febrero, dividió las aguas de la Confederación General de Trabajo (CGT). La iniciativa impulsada por el secretario general de Camioneros terminó de fracturar -puertas adentro- la relación con los dos sectores más poderosos dentro de la central: los Gordos y los Independientes. Enfrentados al moyanismo, ya confirmaron que no irán a la marcha. Algunos dicen que buscan aislarlo y otros que lo está haciendo solo.
Después de cambiar la fecha, por el sexto aniversario de la tragedia de Once, el hijo del líder sindical, Pablo Moyano, anunció que será en la esquina de la avenida 9 de Julio y Belgrano, a partir de las 15 hs. La noticia la dio durante una reunión en la sede del gremio, en la que asistió el dirigente de La Bancaria, Sergio Palazzo; el de la CTA de los Argentinos, Hugo Yasky; y el de la CTA autónoma, Pablo Micheli. En la mesa también se sentó Roberto Baradel, quien encabeza Suteba.
Pero la marcha no traerá paz al mundo sindical. Antes que Moyano confirmara la convocatoria, uno de los tres integrantes del triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid, no se mostró convencido con la idea. En la misma línea, otro de sus compañeros de equipo, Héctor Daer, directamente rechazó la propuesta apenas se dio a conocer.
// Hugo Moyano: "Las causas en mi contra las motoriza el Gobierno"
"Será la más grande de la historia del país", había asegurado confiado el dirigente de Camioneros. Pero tanto los Gordos como Independientes no coinciden en su estrategia de profundizar las diferencias con el Gobierno ni activar un plan de ataque, después de que comenzaran las investigaciones judiciales contra la familia de Moyano por presunto lavado de dinero.
Mientras tanto, las líneas internas de la CGT buscan analizar qué hacer. Daer se reunió ayer con los "sectores dialoguistas" para reordenar sus filas y ya aclaró que no formarán parte de la movilización. Según el gremialista, la convocatoria nace de "una agenda determinada" de Camioneros y le pidió a sus compañeros mantener "la institucionalidad y la unidad".
En esa reunión, también asistieron Armando Cavallieri, de Comercio; Gerardo Martínez de UOCRA; José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias; Carlos Quintana, por UPCN; Omar Maturano, por La Fraternidad; Rodolfo Daer, por Alimentación; Héctor Laplace, por Mineros y Noe Ruíz, por Modelos.
En una entrevista con radio La Red, el secretario de prensa de la UTA, uno de los gremios más influyentes de transporte, anunció que tampoco se unirán a la marcha y trabajaran con normalidad. Sin embargo, intentó mantener un discurso conciliador. "Todos los que vayan van a poder regresar a su casa. Pero me parece muy bien que se movilicen. A mi me parece que el camino es el diálogo, hay que conversar para llegar a los arreglos", apuntó.
La última rama que podría darle a la espalda a Moyano serían el sindicato gastronómico, que dirige Luis Barrionuevo. Ellos también analizan no salir a la calle el 21 de febrero. Pero todavía no lo confirmaron oficialmente.
Los que todavía están evaluando su participación son los movimientos sociales, que anunciaran si se unen o no hoy, a partir de las 18 hs. En el caso del Barrios de Pie se espera una respuesta positiva, pero la CETEP-CCC aún está indecisa.
