En medio del aluvión de criticas de una parte de la oposición y organizaciones sociales, el Gobierno defendió una vez más el proyecto de ley del nuevo régimen penal juvenil, que tiene como eje central de los cuestionamientos la decisión de bajar a 15 años la edad de imputabilidad de los menores en delitos graves.
El último en hacerlo fue el ministro de Justicia, Germán Garavano. "Quince años es un punto de consenso y está basado fuertemente en la estadística. A partir de los 15 años, un joven comprende la criminalidad de sus actos y debe responder con un régimen especial", lanzó el funcionario.
Garavano formó parte del equipo que diagramó la letra fina del proyecto, y es el responsable político de la reforma. Según sus estadísticas, a los 15 años es cuando los jóvenes comienzan a "cometer sobre todo aquellos hechos más brutales, que son los que van a hacer que a partir de esa edad uno sea penalmente responsable".
La iniciativa solo regirá para los delitos más graves como violaciones, homicidios, secuestros extorsivos, entre otros, que tienen penas mayores a los 15 años de prisión. El presidente Mauricio Macri evalúa la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias para tratar el proyecto en el Congreso pero la falta de apoyo de sectores de la oposición podría retrasar esta decisión.
"La mayoría (de los países de la región) tienen como edad los 14 años y algunos tienen menos. Nosotros, después de un análisis técnico, realmente entendemos que la edad adecuada son los 15 años. Además es una edad en la que los jóvenes comprenden la criminalidad de sus actos, sobre todo frente a hechos tan graves", sostuvo el ministro. En este sentido, el funcionario aclaró que se le aplicará un "abordaje especial" a aquellos menores que sean enjuiciados.
Con estos dichos, el ministro coincidió con Elisa Carrió, quien pidió bajar aún más la edad de imputabilidad. "Para mí tiene que ser 14 años", afirmó en A dos voces, e insistió: "Devolverle el chico a los padres es devolverlos a la calle".
Este jueves, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, cuestionó el proyecto al considerarlo como "un régimen de castigo más que uno de reparación o ayuda". La referente de la lucha por los derechos humanos aseguró que la idea de bajar la edad de imputabilidad es "como una gota que rebalsa el vaso de la tolerancia".
Y agregó: "Atacar a los más chiquitos que pueden ser también víctimas de una tremenda soledad" y dijo que la medida representaría "reprimirlos de una manera tremenda".
