Expedientes apilados. Despachos asfixiantes. Espacios insuficientes. Elementos que complican la labor diaria. El juzgado de María Romilda Servini de Cubría está en condiciones lamentables, como buena parte de los tribunales de Comodoro Py. La jueza recorrió su despacho y las oficinas lindantes para mostrar el colapso que se vive allí.
"Aunque ustedes no quieran creerlo esto es un despacho", dijo la jueza al equipo de Telenoche, encabezado por María Eugenia Duffard. En ese lugar, de pocas dimensiones y casi pegados, trabajan sus empleados en causas muy sensibles.
En el momento en el que se grababa la entrevista, declaraba Ibar Esteban Pérez Corradi. El espacio donde estaba sentado el sospechoso de ser el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez no era cómodo. Solo la salvan sus aberturas: esa oficina es llamada "el VIP" por sus ventanas.
Hay otro rincón del juzgado de Servini que está mucho peor. Sus empleados la llaman "la villa" porque hay varios escritorios pegados entre sí. "Esto está así desde hace 20 años. Es para que la gente vea cómo trabajamos. No somos ni reyes ni principes. No podemos hacer magia", sentenció la jueza.
Servini también contó que todo lo que tiene en su propio despacho lo tuvo que comprar ella. "Mi despacho era el de los contadores. Todo fue comprado por mí. Nunca me dieron nada acá", afirmó.
Esta semana se expuso como nunca la delicada situación edilicia que sufren en los tribunales federales. En Periodismo para todos, Rominga Manguel dio cuenta de las falencias con las que trabajan, como la escasez de tóner, entre otras.
