Ya es oficial: Mariano Martínez Rojas se convirtió el jueves en un "arrepentido" de la Aduana. El juez Gustavo Meirovich puso su firma, la que faltaba, aprobando así el acuerdo de colaboración al que habían llegado 49 días atrás el fiscal Germán Bincaz y el empresario deportado de los Estados Unidos.
El "imputado colaborador", entonces, fue trasladado a otro lugar de detención para reforzar su seguridad. Allí se llevó sus secretos sobre la "mafia de la Aduana" que llevarían, según pudo saber este medio, a otra mafia: la de la obra pública.
Martínez Rojas, defendido por Daniel Mercado, hizo una lista de los personajes sobre los que dice tener pruebas en su contra, entre ellos, tres exgobernadores: Daniel Scioli (Buenos Aires), Ricardo Colombi (Corrientes) y Jorge Capitanich (Chaco). También sobre el de Formosa, Gildo Insfrán, a través del todavía enigmático Enzo Gómez.
Parte de esas pruebas ya las tiene el fiscal. TN.com.ar pudo saber que las seis cajas con documentación que Martínez Rojas les hizo llegar el 10 de julio al cónsul general adjunto en Miami ingresaron el 24 de julio a la sede central de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Esta semana, además, aportó pendrives.
En esas cajas también habría papeles sobre Ricardo Echegaray (extitular de la AFIP), Guillermo Moreno (exsecretario de Comercio), Ider Peretti (expresidente de la Confederación General Empresaria), Malek Fara, Roberto Erusalimsky y Carlos Molinari (mencionados en la "ruta del dinero K"), Banco Patagonia, Banco Nación, Intercapital, Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo y constructoras amigas del poder.
En la "mafia de la Aduana", Meirovich descubrió que 56 empresas compraron US$ 300 millones entre 2012 y 2015 a pesar del "cepo cambiario" a través de las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) que nunca hicieron o que realizaron por duplicado.
Anteriormente, el juez procesó al "arrepentido" por asociación ilícita, contrabando y lavado de dinero; lo embargó por $ 1.000 millones y le dictó la prisión preventiva.
Martínez Rojas no escribía en cuadernos Gloria, pero guardaba documentos de bancos relacionados a otras personas. Y ahora es oficialmente un "arrepentido" de la Aduana.
