El presidente Mauricio Macri se reunió con parte de su Gabinete en la Casa Rosada para elaborar el nuevo esquema de tarifas para el gas con un objetivo claro: encontrar una solución para este conflicto. El nuevo plan no se regiría por un tope del 400% para usuarios residenciales y 500% para comercio e industrias, sino que se segmentaría según las distintas regiones del país.
En el despacho de Macri estuvieron el coordinador del Gabinete económico Gustavo Lopetegui, el ministro de Energía Juan José Aranguren, el asesor presidencial en materia judicial Fabián Rodríguez Simón, el ministro del Interior Rogelio Frigerio y el asesor Jaime Durán Barba.
Con la mirada puesta en la audiencia pública tras el fallo de la Corte Suprema, el Gobierno analiza implementar un nuevo esquema de tarifas sin topes para los usuarios de altos niveles de consumo pero "más equitativo y razonable". Consistiría en segmentar el precio de los servicios por región con criterios de geolocalización similares a los que se utilizaron para la tarifa social, con tarifas más accesibles para las zonas más vulnerables y más altas para las zonas de mayor poder adquisitivo.
Según trascendió, el tope del 400% de aumento sobre las facturas había sido la concesión que el Gobierno había dado ante el reclamo de los gobernadores por el impacto que tuvo el tarifazo en sus provincias. Sin embargo, en la Casa Rosada nunca estuvieron convencidos de esa medida porque equiparaba a los usuarios que más consumían con los que mantenían o reducían la demanda.
